Steve Jobs, en su famoso discurso de Stanford, ideal para uso docente, hablaba de lo importante que es ser capaz de unir "puntos" diversos, como en esos antiguos pasatiempos infantiles en los que al conectar una serie de puntos numerados salía como por ensalmo una inesperada figura. Experiencias aparentemente inconexas pueden conducir, apropiadamente enlazadas, a resultados brillantes. Ponía un ejemplo sacado de su decepcionante paso por la universidad, en la que tuvo que estudiar asignaturas que en principio le parecían inútiles como por ejemplo caligrafía. Y sin embargo, los conocimientos adquiridos ahí le servirían tiempo después para crear las diferentes tipografías del primer ordenador Macintosh, uno de los detalles que marcarían la diferencia con los aburridos productos de la competencia y le llevarían al éxito global. Algo parecido hacía Agustín Fernández Mallo en Teoría general de la basura, un libro fascinante donde llevaba la pulsión de conectar nodos inconexos a un paroxismo que culminaba en el "estado mezcla", resultado de un reciclaje salvaje que rozaba el surrealismo. Hablábamos de ello, con notable pasmo, aquí.
A nosotros nos va mucho, seguramente demasiado, lo de unir variopintos puntos en este tu blog, pero a veces naufragamos con estrépito, a qué negarlo (la felicidad acaso se obtenga a través de la aceptación). Llevo algún tiempo tratando de componer una entrada sobre un icono totémico valga la redundancia pero estoy totalmente atorado. No avanzo ni para un lado ni para el otro. Además, el susodicho inmueble, ya nonagenario -poco último por demás-, ha sido explicado y fotografiado desde tantos enfoques que nada podemos aportar. La puntilla llegó cuando la semana pasada he visto en el Espacio Arquia la película ganadora del festival BARQ de este año, "E.1027 – Eileen Gray and the House by the Sea", donde aparece el autor del edificio de mis desvelos -Le Corbusier- pintando varios frescos sin permiso en la E.1027, la casa de la arquitecta irlandesa, tal y como Dios le trajo al mundo, en famosa performance de la que se aseguró quedara constancia fotográfica. En el debate posterior a la película, que nos gustó casi tanto como la magnífica Los colores del tiempo, que gira también en torno a una casa y una mujer, un asistente comentó que Rowan Moore, crítico de The Guardian, había comparado dicho momento nudista con un can que marcara su territorio orinando (aquí tienes el artículo). Leonor Martín, arquitecta que dirigía el coloquio, iba más allá, hablando de impulso falocéntrico. Ángela Juarranz, también arquitecta, apostillaba que aún le parecía peor el hecho de que tras la publicación de las fotos de los murales, que dieron fama instantánea a la casa de Gray, Le Corbusier ocultara que la autora de dicha casa, que tanto le obsesionó (quizá porque se vio superado por una completa desconocida), era la irlandesa, hasta tal punto que durante años se creyó que la E.1027 era obra del arquitecto de la Villa Savoye. Podríamos unir a Gray con Farnsworth, ambas víctimas propiciatorias de los machos alfa de la modernidad. En una reciente rehabilitación de la casa, que había quedado abandonada, los murales fueron también restaurados (¿no habría sido el momento de expurgarlos?). En fin, que tras esto, que nos ha venido muy bien como excusa para no tener que alegar el Mucho arroz... del dicho, tiramos la toalla definitivamente. Me ha ayudado a "superar" el impasse un interesante artículo de Irene Lozano en El País, donde dice que, igual que el Homo sapiens se esforzaba en tallar hachas de sílex, toda transformación de materia prima en herramienta -o realidad en ideas- ha llevado consigo "fricción, incomodidad, incluso irritación cuando no salen las cosas". Sigue Lozano, escritora y periodista, afirmando que hoy en cambio el trabajo intelectual "se ha vuelto mullido, porque los modelos de lenguaje eliminan la fricción de escribir" para señalar que según expertos la mitad del contenido en inglés que circula en internet está hecho por IA. Tal contenido, que ya tiene nombre propio (slop, algo así como bazofia) "nos inunda, imprimiendo al lenguaje una textura fundente, melosa y narcótica. (...) tengo la sensación de ser una niña de nueve años, con todos sus dientes, a la que quisieran atiborrar de papilla". Lozano defiende la fricción como necesaria para el verdadero trabajo intelectual: "La realidad es dura como el pedernal y la pensadora -incluso la más experimentada- debe tener oficio para darle forma al mundo. Esa es la manera de trabajar las ideas: golpe a golpe". En esa defensa de la fricción vuelve a recordarnos a Byung-Chul Han, paladín de lo oscuro, lo rugoso, lo contrario como entornos que nos permiten enfrentar la realidad, a menudo conflictiva, tal y como es, sin anestesias ni subterfugios. Ya Platón decía que lo bello era difícil. De todas formas parece obvio que no se trata de despreciar a la IA, sino de usarla correctamente. Es probable que Santiago de Molina, un poeta de la arquitectura, o Hernández Correa, un narrador nato, por citar ejemplos de la blogosfera arquitectónica, no la necesiten, pero yo soy, como cantara Antonio Molina, minero, y por ello encuentro útil usar de vez en cuando dinamita en vez de pico y barrena para desbrozar información y encontrar jugosas pistas que posteriormente habrá que trabajar y dar forma manualmente. De nosotros depende usar la IA como una evolución exponencial del añejo rincón del vago o utilizarla como un acelerador de la curva de aprendizaje que no solo no elimina la fricción intelectual, sino que puede acentuarla al meterte en jardines difíciles de sortear. Además ChatGPT ofrece la posibilidad de curiosos diálogos, cuando no debates encendidos, en los que de paso puede entreverse el plumero de la tal IA. Una vez le pregunté cuál era el mejor crítico de arquitectura en español y me salió con un nombre que, aunque conocido entre los aficionados al mundillo, me dejó de piedra. Alegaba que era un gran divulgador gracias a un par de libros publicados que habían gozado de buena acogida popular, tenía un excelente dominio de las redes sociales y conectaba con el público con un estilo muy fresco. Tras un ligero rifirrafe en el que alegué que habría que también tener en cuenta otros aspectos como experiencia académica, volumen e importancia de publicaciones, relevancia en el mundo cultural, etc., me dio el nombre que yo estaba buscando (el cliente siempre acaba teniendo razón). Esa respuesta primera puede darnos pistas del pie con el que cojea la IA: arrimando el ascua a su sardina, favorece al crítico que se desenvuelve mejor en los medios digitales frente al más tradicional e infravalora la autoridad académica, una tendencia muy actual (aunque nada nueva) al tiempo que peligrosa en un momento en el que los populismos cabalgan triunfantes vendiendo un mensaje de respuestas simplonas pero contundentes a problemas complejos que requieren de mucha más fricción intelectual (sesgos que de todas formas también podría tener un creador de contenidos humano).
Al tiempo que bregaba con mi entrada fallida me he dedicado como entretenimiento a dar una vuelta a los 410 proyectos seleccionados para los premios Mies de este año, en enero se hará una primera criba de 40, en febrero se seleccionarán los 7 mejores y sabremos el ganador en abril. Por aportar algo en esta errática entrada, y hacer honor a nuestro objetivo de ser últimos, he hecho una selección personal basada en una clasificación también muy subjetiva:
1. Empezamos, por hilar con la entrada anterior, con rehabilitaciones:
-Hangar Y, la reconversión de un histórico hangar de 1879 en centro cultural (DATA Architectes).
-La rehabilitación del instituto Anne Frank, un centro diseñado por Nouvel en los 80 que mejora su eficiencia energética en un 37%: "Más que una renovación, representa una reflexión sobre cómo relacionarnos con el patrimonio del siglo XX, no como un legado estático, sino como una forma de pensamiento viva, experimental y en evolución". (MARS Architectes)
-Intervención en el monasterio de Santa María de Sijena de 1188 -¿volverán a él los frescos de la discordia?- (Pemán y Franco, Sebastián arquitectos).
-Rehabilitación del Vapor Cortès-Prodis, unos antiguos almacenes, para convertirlos en equipamientos variados: "Un edificio que vivirá mitad interior y mitad pasaje donde la condición natural del clima también será parte de esta nueva apertura de la institución hacia el exterior". (HArquitectes).
-Corte Renèe, la revitalización de una pequeña villa olvidada: "Hablamos a menudo de regeneración urbana, pero no menos importante es la regeneración de espacios rurales, que permite reutilizar la gran cantidad de edificaciones rústicas en desuso que se encuentran “esperando” en nuestros territorios, evitando el consumo insostenible de suelo". (Bricolo Falsarella associati)
-Rehabilitación de una antigua imprenta de los años 60. El patrimonio también puede ser industrial y moderno: "La delgada estructura de hormigón, antaño utilizada para disipar el calor de las imprentas, requirió una lógica inversa: se introdujeron aislamiento interior y nuevos acristalamientos, conservando el hormigón visto y los prismas originales del tejado para el paso de la luz natural. (...) El proyecto demuestra cómo el patrimonio modernista de posguerra puede reactivarse con una intervención mínima y un renovado valor social". (OFIS Arhitekti)
-Abby Kortrijk, conocida intervención en una abadía del siglo XVI introduciendo un nuevo y osado volumen cuya contundente modernidad contrasta sin incordiar. (Barozzi Veiga)
-ZIN in No(o)rd, o cómo rejuvenecer dos torres de estilo internacional deslizando entre medias una nueva como quien no quiere la cosa y no estrellarse en el intento. (51N4E, Jaspers-Eyers Architects, l’AUC)
-Rehabilitación de Peterbos 9, Lacaton y Vassal vuelven a hacerlo. (51N4E, Lacaton & Vassal architectes)
-Museo de coches clásicos en una antigua fábrica de gas octogonal dentro de la que se crea una imponente estructura de acero que marida a la perfección con el edificio y permite la exhibición y el desplazamiento de los automóviles, incluyendo un elevador de 5,4 metros de ancho. (ALTITUDES)
-Reconstrucción de la villa Pilkope, edificio construido en 1978 por el arquitecto lituano Jurgis A. Zaviša que verdaderamente merecía poner al día. (LG projektai)
-Rehabilitación del ayuntamiento de Kaunas, un soberbio edificio de 1542 al que se dan nuevos usos culturales, "la intervención más impactante convierte el ático en desuso en una sala de exposiciones con clima controlado dentro de un pabellón de vidrio y acero que revela la histórica estructura de madera". (Processoffice).
-Parque en la colina del Levantamiento de Varsovia, un escombrera de restos de edificios destruidos en la Segunda Guerra Mundial que ahora se dignifica con un recorrido que sirva de crudo recordatorio, "reflexionando sobre la reconstrucción, la reutilización y la resiliencia de la naturaleza, imagina un escenario esperanzador para los paisajes después de la catástrofe.(...) La geología y ecología antropogénicas del montículo sirvieron de base para una narrativa del Antropoceno, promoviendo la apreciación de la estética del reciclaje. El sitio se recupera simbólica, ecológica y materialmente". Lo veo en la final. (archigrest y Toposcape)
-CIC (Centro de innovación Coppenrath), un antiguo edificio protegido es restaurado y colonizado con módulos de madera que contrastan con las plásticas vigas de hormigón. Aloja el centro de investigación alemán en IA (DFKI). (KRESINGS).
-El hotel Lince Santa Clara, rehabilitación de un antiguo monasterio luso para convertirlo en soberbio hotel. Queremos ir. (Atelier Carvalho Araújo).
-Rehabilitación del Bairro do Cerco. Aunque a escala más modesta que las intervenciones de Lacaton & Vassal, traemos esta rehabilitación de una barriada portuense de 34 edificios y 892 viviendas sociales levantadas por el Estado Novo en 1963 que se centra en pequeñas pero importantes mejoras del confort de las viviendas y su imagen como parte de un proceso sostenido en el tiempo que se inició con intervenciones a finales de los 90 y tendrá una próxima continuación para modernizar los espacios comunes y el exterior de las viviendas. (José Gigante Arquitecto, Lda. y Virgínio Moutinho Arquitectos).
-Rehabilitación del edificio "A Nacional". Transforma las oficinas de una empresa aseguradora en viviendas. El soberbio edificio, culminado en 1925, es de Marques da Silva, quien nos trae gratos recuerdos, y, he de admitirlo so pena de que me tildes de rancio, nos obnubila (quizá nuestro mayor problema como creadores de contenidos sea que en arquitectura nos gusta prácticamente todo, así no se puede). (Menos é Mais Arquitectos Associados, Lda., autores del maravilloso centro Arquipiélago, finalista de los Mies y RIBA International 2016).
-Rehabilitación de la Torre y Bastión de los Carniceros. Respetuosa actuación que pone en valor la imponente construcción rumana y la abre al disfrute de visitantes. (ABRUPTARHITECTURA)
-Vestíbulo multifuncional en un balneario imperial. Impresionante intervención checa en un edificio de 1895 para instalar en sus entrañas, como si fuera el alien de la película, un robot Transformer capaz de contorsionarse de maneras insospechadas. "Finalizado en 1895, el Balneario Imperial ha sido revitalizado como un referente público de cultura y tecnología. En su atrio central, antaño testigo del movimiento de la maquinaria de turba, una nueva estructura autónoma y robótica flota ahora sobre seis patas de acero. Ensamblada a través del techo como un barco en una botella, forma una sala multifuncional reversible cuyo carácter acústico, espacial y visual se adapta a la música, el teatro, el cine y la danza, restaurando no solo un monumento, sino también el espíritu cívico de Karlovy Vary", la ciudad que Goethe dicen visitó 13 veces. Se merece llegar a la final. (Petr Hájek ARCHITEKTI)
-Reconstrucción del edificio en Ankru 8, o cómo reconvertir una anodina fábrica soviética en un bloque de viviendas con un montón de sex-appeal. (molumba)
-Fenix. La locura de MAD no podía faltar con su intervención en un antiguo almacén de Róterdam emplazado en un muelle desde el que embarcaron para emigrar no pocos holandeses. Reconvertido en un museo dedicado a la migración, el estudio chino sitúa sobre la cubierta una retorcida peineta (la escalera Tornado) que puede hacer referencia al remolino cultural y personal que supone convertirse en (in)migrante. ¿Lo visitará Wilders? Por eso mismo lo metería en la shortlist. (MAD Architects).
-Museo Paleis Het Loo. Contrastando vivamente con la demencia de MAD, los siempre mesurados KAAN hacen una incursión sobria y gélida en un palacio neerlandés del siglo XVI. (KAAN Architecten).
-Ruinas del castillo de Stjärnorp."Intervenciones mínimas, legibles y reversibles que aseguran la ruina sin falsificación" en una línea similar a la la que veíamos en la rumana Torre de los Carniceros. A Ruskin le encantaría.
-Hotel Villa Petrusse. Otro bello edificio decimonónico reconvertido en exigente hotel. (Jim Clemes Associates, Jean Schmit Engineering).
-Kunstsilo. Esta reconversión de un silo noruego en museo es otro must de la lista que ha sido muy comentado, no solo aquí (ha sido realizada por estudios españoles) sino por medios de fuera, fíjate lo que decía Oliver Wainwright de él (le citaría pero luego me precensuran). Nosotros también le dimos una vuelta. (Mestres Wåge, Mendoza Partida, BAX studio)
-InGrid - Polo industrial Schneider Electric. Compleja debió ser la rehabilitación de este icónico complejo industrial serbio sin valor arquitectónico pero de enorme peso en la memoria colectiva -"un gigante industrial santificado"- y símbolo de la ciudad de Novi-Sad, la segunda del país balcánico: "Mantener la continuidad de los valores fue una de nuestras tareas más importantes. El concepto de transformación pretendía ser no solo un acto formal de reutilización de la estructura física existente, sino un acto simbólico que representara la integridad de los valores socioeconómicos históricos que la antigua fábrica de Novkabel conservaba en la memoria de los ciudadanos. Por ello, decidimos convertir la primera nave del complejo en un monumento, a pesar de que las naves de producción del complejo de Novkabel tienen un valor arquitectónico insignificante". (ZABRISKIE doo)
Pues hasta aquí la primera de nuestras categorías. Hay cinco más. Parece obvio que debemos mejorar nuestra capacidad de síntesis. Será en todo caso para una próxima ocasión, dejamos ya pico y barrena. Por cierto, la foto de arriba no es de uno de los 410 proyectos del Mies sino de un bloque de viviendas al lado del Mercadona de mi barrio. Me sugirió el tema de los puntos, fíjate tú (como ves, cuando hay muchos que unir la cosa se complica sobremanera). A veces no hay que buscar la inspiración muy lejos.

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