jueves, 31 de julio de 2014

Mecanoo en Delft


Mecanoo están ultimando una nueva estación en Delft, quizá la ciudad más arquetípica y bella de Holanda. Te subo unas fotos:


Mecanoo son autores, entre otros proyectos, de la recién concluida Biblioteca de Birmingham (que está entre los 6 finalistas para el Stirling), del menos agraciado (en mi opinión) de los rascacielos del muelle Wilhelmina en Rotterdam (el Montevideo) y en España del auditorio La Llotja en Lleida. Por cierto que su estudio está en la misma ciudad de Delft, famosa también por su influyente facultad de arquitectura (en la que por cierto trabajarán el curso próximo como profesores visitantes Cruz y Ortiz, responsables de la remodelación del Rijksmuseum y recientemente galardonados con la condecoración civil holandesa más prestigiosa en el país, la de Caballero de la Real Orden del León Neerlandés). El estudio de Mecanoo, que descubrí por casualidad paseando por la ciudad, se esconde tras esta discreta fachada:





domingo, 27 de julio de 2014

El Guggenheim según Hamilton

Entre 1965 y 1969 Richard Hamilton, padre del pop art, dedicó una serie en fibra de vidrio al Guggenheim  de Nueva York. A ver cuál te gusta más.



Wright meets Star Wars
Boceto original de Wright que Hamilton usa como modelo

Los puedes ver en la exposición sobre Hamilton en el Reina Sofía.

martes, 22 de julio de 2014

Los arquitectos navegantes



El que se mueve no sale en la foto, creo decía Alfonso Guerra. No es el caso del feliz trío que puedes ver en ésta, que descubro en la exposición Fotografía y arquitectura moderna en España 1925-1965 que puede verse ahora mismo en el museo ICO madrileño. Pero ¿quiénes son? Dos de ellos son los arquitectos José María Aizpurúa y Joaquín Labayen, responsables del Club Náutico de San Sebastián (1929), un barco
de hormigón que es quizá la obra más lecorbusieriana de las que se hicieron en España siguiendo los postulados del Movimiento Moderno (el propio maestro suizo la visitaría al año siguiente de su construcción) y que durante aquellos años fue el edificio español más presente en las publicaciones europeas especializadas en arquitectura (hasta el MoMA lo incluyó en la famosa exposición  Modern Architecture: International Exhibition de 1932).

Saltan, frenéticos, felices, allá por 1930, conscientes de su éxito recién iniciada su carrera profesional, inconscientes de su triste futuro, en la azotea de la casa de la donostiarra calle Prim donde tenían su estudio, que no sólo fue un lugar de trabajo sino también un espacio de reunión y exposición de las nuevas tendencias (también artísticas) de una época en plena efervescencia cultural. El inquieto Aizpurúa, el arquitecto navegante como le llamó Santiago Amón, organizó exposiciones no sólo sobre la arquitectura más reciente (fue miembro destacado del GATEPAC), sino que también llevó a la conservadora Donosti cuadros de Picasso, Picabia, Ernst o Gris y fundó la sociedad gastronómica (y cultural) GU decorada, por cierto, como si del interior de un barco se tratara. Animó a Oteiza a exponer en su estudio (el escultor reconoció que fue allí donde tuvo su primer contacto con la vanguardia artística europea), fue amigo de García Lorca, Buñuel y Dalí a los que conoce en la Residencia de Estudiantes de Madrid (donde estudia la carrera), le interesó el cine, el jazz y la fotografía (hace diez años el Reina Sofía le dedicó una exposición al descubrirse fotografías inéditas suyas) y fue atento lector de Ortega.

Jose Ángel Medina, experto en el arquitecto (en él y su obra basó su tesis, que dio lugar a un libro -he de conseguirlo- y a una exposición para el Koldo Mitxelena donostiarra que tenía en su póster otra toma del trío saltarín), señala una remarcable coincidencia. El 24 de octubre de 1929, que ha pasado a la historia como el  jueves negro, el día del Crack de la bolsa neoyorquina, resulta que se inauguraba la segunda edición del CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna) en Frankfurt donde, curiosamente, se hizo especial hincapié en la creación de una vivienda digna básica definiendo desde un punto de vista científico y pragmático cuestiones como horas de iluminación solar al día, renovación de aire, superficies acristaladas, espacios verdes, insonorización... Teniendo en cuenta la profunda crisis económica que iba a sufrir el mundo occidental el tema del congreso no pudo ser más oportuno (sus lecciones son sin duda aún útiles en un contexto actual bastante similar al de entonces). Aizpurúa y Labayen no estuvieron en Frankfurt, pero sí en un congreso preparatorio en Basilea, y comulgaban totalmente con estos principios, así lo podemos ver en el  proyecto que presentan para el Ayuntamiento de Bilbao (las viviendas de Solokoetxe) en el que la higiene y la ventilación son ejes centrales en el diseño de los espacios, se utilizan ascensores y se incluyen gimnasio, biblioteca y piscina comunitarios. También podemos ver esas ideas reflejadas en el provocador manifiesto que Aizpurúa publicaría al año siguiente bajo el título ¿Cuándo habrá arquitectura? (que da  nombre a la exposición de Medina) en el que critica la arquitectura española del momento diciendo que en España no había arquitectos sino pasteleros y había que luchar por dar una dimensión social a la disciplina, más ética y menos estética. Acaba el manifiesto con esta frase lapidaria: "Un espíritu sereno sale a la calle y ve edificios faltos de tranquilidad y llenos de sensualismo; pierde la serenidad y grita revolución". No me negarás que esta cita, de hace la friolera de 84 años, tiene plena vigencia.

Apenas seis años después de que se hicieran estas alegres fotos, Aizpurúa fue fusilado. Estamos en septiembre del año 1936 y en San Sebastián había fracasado en un primer momento el alzamiento franquista. El arquitecto estaba  plenamente comprometido con la Falange, de la que era máximo responsable en la capital guipuzcoana y tenía relación fluida con sus altos cargos (Sánchez Mazas dio la conferencia inaugural de la sociedad GU y se dice que José Antonio le encargó el diseño de la cabecera del diario Arriba). Tres semanas antes el bando contrario fusilaba a su amigo García Lorca. Sorprende que una persona tan vanguardista se aliara con una ideología que ahora vemos rancia y caduca, pero no hay que olvidar que en un primer momento muchos intelectuales y artistas (D´Annunzio, Malaparte, Croce, Heidegger, Pound, etc) cayeron subyugados por el componente dinámico y regenerador que los movimientos fascistas parecían tener (el espejismo duró poco para la mayoría). R.N.Stromberg en Historia intelectual europea desde 1789 lo explica así: "El espíritu del fascismo fue, en gran medida, el espíritu del gesto romántico, de la acción por la acción y de la movilización de la psicología de las masas. Aquí está presente la mística del movimiento de avant-garde del momento: el estímulo nietzscheano a abrazar la vida y "vivir peligrosamente", la rebelión contra la legalidad burguesa, el odio del artista alienado hacia la sociedad respetable, la llamada a la revuelta de socialistas y anarquistas". No menos sorprende la aparente buena relación entre personajes que militaban ideológicamente en mundos tan opuestos.

Nos preguntamos qué habría sido de la carrera de Aizpurúa si no hubiera sido tan tempranamente truncada a los 34 años. Labayen, su socio en el estudio, que no comulgaba con las ideas falangistas de su colega, se retiraría del mundanal ruido a su natal Tolosa y nada más se sabría de él. Murió a los 95 años. Por cierto que hace unos días Norman Foster inauguraba en Mónaco un lujoso Club Náutico con cierto parecido al donostiarra. Quién sabe si no es un homenaje al barco varado de los arquitectos navegantes que tan intensamente abrazaron la vida.


viernes, 18 de julio de 2014

Lunes en Rotterdam




Rotterdam fue una ciudad rota. De alguna forma lo sigue siendo. Su arquitectura última, ultramoderna e impactante oculta histéricamente su penoso pasado reciente: fue arrasada en la Segunda Guerra Mundial cuando, el 14 de mayo de 1940, 90 bombarderos alemanes arrojaron sobre ella 97 toneladas de bombas. Frente a la típica arquitectura holandesa de pequeñas casas como de juguete, estrechas y de formas amables en ciudades con calles igualmente mínimas, Rotterdam exhibe unas calles exageradamente amplias, una arquitectura cuajada de hirientes aristas y unos rascacielos no menos desaforados y desafortunados. Rotterdam es la menos holandesa de las ciudades del país, y te deja un poso amargo. Da la sensación de que sus raíces han sido brutalmente extirpadas y sobre el doloroso vacío se ha querido construir una arquitectura alienígena que conduzca a una catarsis colectiva de olvido y redención. Me da que no se ha conseguido.



Paseando por la enorme avenida Westzeedijk en busca del Kunsthal de Koolhaas (qué decepción, encima era lunes y estaba cerrado, si hubiera podido entrar seguro que me habría gustado más) la sensación es de estar en una ciudad alienada y alienante, percepción que aún se acentuó más al acercarme al Het Nieuwe Instituut de Jo Coenen, otra decepción, qué edificio más inhóspito y cortante.


Cutting-edge architecture (y que lo digas)


La ciudad de las cicatrices invisibles, el tercer puerto más grande del mundo, siempre depara sorpresas arquitectónicas, aunque haya que tener estómago para asimilarlas. Su tendencia a las tallas XXL viene de lejos, ya en 1898 la Witte Huis, muy cerca de las Casas Cubo (otra famosa follie de la ciudad) fue el edificio de oficinas más alto de Europa (con 43 metros...), y uno de los pocos en sobrevivir a los bombardeos nazis. La última adquisición de la ciudad en este terreno es el De Rotterdam, de Rem Koolhaas, arquitecto que nació aquí y aquí tiene su estudio. De casta le viene al galgo. Por cierto que el masivo rascacielos (tiene unos modestos 150 metros de altura pero se extiende 100 metros) acaba de ser declarado el mejor edificio alto de Europa (el año pasado obtuvo el mismo galardón a nivel mundial otra torre de OMA, la CCTV china). La torre holandesa no fue muy bien recibida por la crítica especializada, como aquí comentamos en su momento. Sea como fuere el edificio, junto al resto de las delicatessen arquitectónicas que se van levantado en el muelle Wilhelmina (a cargo de Foster, Piano, Siza, etc), y el puntiagudo puente de Erasmo (otro ilustre oriundo de la ciudad), se han convertido ya por derecho propio en la postal oficial de la ciudad.



La arista es bella podría perfectamente ser el lema de Rotterdam, aquí ya has visto granados ejemplos, pero las de la recientemente inaugurada Estación Central se llevan la palma.

Si Maaskant levantara la cabeza...


Pasaría perfectamente por un diseño de Libeskind, pero es de una UTE local formada entre otros por Benthem Crouwel, antes muertos que sencillos (autores también del museo Stedelijk de Amsterdam), y West 8, expertos en paisajismo (participaron en el  proyecto Madrid Río).





En fin, Rotterdam no es país para espíritus sensibles, como te habrás dado cuenta. Le deseamos a la ciudad que encuentre la paz consigo misma y que la arquitectura (una quizás algo más amable) le ayude a exorcizar sus fantasmas más profundos.








martes, 15 de julio de 2014

Una acrópolis de piedra

Casa Malaparte 2.0

Así define Alberto Campo Baeza ("una acrópolis de piedra") esta impresionante casa que ha diseñado en Cádiz utilizando travertino en honor al asentamiento romano que albergó esta zona de la costa gaditana. También la llama la casa del infinito por razones obvias, y afirma que es la casa más radical que ha levantado hasta el momento. En fin, no es ni ecológica ni social pero al menos sí que es de una belleza apabullante. Parece arquitectura para ser fotografiada..., lo cual puede que no sea ningún cumplido. Porque, pensemos un rato, en plena canícula que no se te olviden las chanclas para ir a la pisicina o te dejas las plantas de los pies en el travertino (que por cierto, ¿aislará bien el calor? porque si no la planta justo debajo será un horno). Una vulgar tejabana sobre la terraza habría roto el ethos, pero seguramente habría sido bastante más práctica. Y espero que los dueños no tengan niños, porque la ausencia de barandillas en los bordes da miedo.

En fin, tienes más fotos e información en Dezeen.

viernes, 11 de julio de 2014

Arquitectura pop


Hace unos días estuve en Holanda así que iré subiendo al blog postales arquitectónicas. Hoy empezamos con un curioso hallazgo en La Haya: unos extraños cubos con un toque retrofuturista y algo pop. Se trata del New Hague Passage, un hotel y centro comercial en forma de galería cubierta, modelo que se prodigó en Europa allá por el final del siglo XIX (en La Haya hay precisamente un bello ejemplo, el Passage, del que esta reinterpretación toma el nombre). El autor es Bernard Tschumi, el arquitecto suizo que diseñó el museo de la Acrópolis en Atenas. Aún no está terminado, ahí van algunas fotos:




¿Tokio? No, La Haya









Los azulejos que cubren el edificio en tonos azulados, también con un aire pop, son un guiño a los típicos azulejos de Delft (el Delft Blue). Más sobre el proyecto aquí.

martes, 8 de julio de 2014

En el riesgo está el placer

Volare...
Pues no, no se trata de otra de esas esculturas suicidas de Gormley de las que te hablaba en la penúltima entrega (por cierto, la que te comentaba entonces estaba en el Kunsthal de Koolhaas en Rotterdam), aquí estamos ante una persona de carne y hueso que, un punto chulesco, desafía a la gravedad en plan en el riesgo está el placer, frase fetiche de ese gran filósofo de lo british que es Bond, James Bond. Tampoco se trata (como en un primer momento pensé) de Antón García Abril, el señor de las vigas, en plena construcción de su espectacular villa Hemeroscopium. Según descubro en el siempre interesante blog Múltiples estrategias de arquitectura el intrépido caballero es un tal Fernando Higueras, en plena construcción de la casa de Lucio Muñoz (a este sí lo conocía), el artista madrileño autor del mural de Nuestra Señora de Aránzazu. Higueras resulta que es el arquitecto de la famosa Corona de Espinas, el edificio más extraterrestre de Madrid, o del polémico ayuntamiento de Ciudad Real. Partiendo de la foto, como es habitual en su blog, Santiago Molina (arquitecto y profesor) nos da una pequeña y jugosa lección sobre arquitectura y riesgo: "En ese trampolín provisional en el que posaba Fernando Higueras cuando construía la casa del artista Lucio Muñoz, manos en los bolsillos, y sin llegar a asomarte al precipicio, está en juego otra cosa. Es el retrato de quien posa ante algo conquistado: entre la bravuconada, la inocencia y el ansia de posteridad, pero por encima de todo en esa imagen el riesgo y el símbolo están concentrados en otro lugar: en esas dos vigas en paralelo de la obra que todo sostienen. El riesgo de la arquitectura no es otra cosa que buscar lo adecuado más allá de las propias capacidades. El riesgo para un arquitecto está en trabajar ligeramente fuera de su zona de confort antes que en la de los demás".  Nosotros queremos también aportar algo al tema, y como tenemos espíritu crossover aquí te planto el poema "Arriesgarse" del poeta norteamericano William Arthur Ward:

“Reír es arriesgarse a parecer tonto.
Llorar es arriesgarse a parecer sentimental.
Intentar llegar a los demás
es arriesgarse a implicarse.
Mostrar tus sentimientos es arriesgarse a mostrar tu verdadero yo.
Exponer tus ideas o tus sueños ante la multitud, es arriesgarte a perderlos.
Amar es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir.
Tener esperanzas es arriesgarse a perderlas.
Intentar algo es arriesgarse a fallar.
Pero debemos asumir riesgos, porque el peligro mas grande en la vida es no arriesgar nada.
Si no arriesgas nada, no haces nada, no tienes nada y nada eres.
Puedes evitar sufrimientos y dolor, pero no vas a aprender, a sentir, a cambiar, a crecer, ni a vivir.
Encadenado a esa servidumbre, serás un esclavo que renuncia a toda libertad.
Sólo arriesgando eres libre.

El pesimista se queja del viento.
El optimista espera que cambie.  
Y el realista ajusta las velas".

(original en inglés).

En un video que Fernando Colomo realizó en 2007, un año antes de la muerte de Higueras, donde el arquitecto explica La corona de espinas, aún podemos observar cómo, genio y figura, sigue manteniendo una divertida chulería entre madrileña y bilbaína. Si es cierto que sólo arriesgando se es libre, Higueras fue probablemente el arquitecto más libre de su época. 

viernes, 4 de julio de 2014

Entrevista ficción


Recientemente se ha presentado una nueva colección de DVDs (arquia/maestros) editada por Arquia, la Caja de Arquitectos que goza de una buena salud financiera gracias precisamente a no invertir en lo suyo (el ladrillo). Como primera entrega se han lanzado tres DVDs dedicados a Navarro Baldeweg, Oriol Bohigas y Moneo, todos ellos entrevistados por Fernández-Galiano. quiere celebrar dicha presentación con una de nuestras ficciones, esta vez en forma de entrevista.Y nos hemos preguntado ¿qué pasaría si sentáramos juntos a Juhani Pallasmaa, arquitecto finlandés y autor de, entre otros libros, Una arquitectura de la humildad, con nuestro mediático Joaquín Torres, arquitecto de los famosos y asiduo del magazine televisivo Sálvame? Imagínalos, como en los DVDs de Arquia, cómodamente apolotronados en sendas Eames lounge chairs (en piel blanca) dispuestos a una instructiva interacción. Esto es lo que nos ha salido...

Joaquín Torres: Buenas tardes, encantado de conocerte. Vamos al grano. Tengo aquí una cita de tu libro La mano que piensa que dice: "Ya añoramos una arquitectura que nos devuelva a las realidades concretas de nuestro mundo físico y material. No se trata de la añoranza sentimental por un mundo perdido, sino por un mundo que vuelve a vitalizarse y a erotizarse, por una arquitectura que nos haga experimentar el mundo en lugar de sí misma". ¿Me la explicas?
Juhani Pallasmaa: Claro que sí, Joaquín, con mucho gusto. Soy de la opinión de que la arquitectura hoy en día está desnortada, por un lado el excesivo uso del ordenador para diseñarla nos ha hecho perder la dimensión más puramente táctil y corpórea del proceso arquitectónico en pos de un mundo virtual, ficticio y alienante. Por otra parte, hemos de volver a una arquitectura esencial y necesaria tras la profusión de la arquitectura espectáculo, una práctica vacía que tantos han ejercido con el único objetivo de ganar dinero a expuertas y hacerse un nombre. Volvamos a una conexión íntima y táctil con la arquitectura, como la del artesano con su obra, hagamos una arquitectura corpocéntrica.
JT: Qué bonito, me encanta. Hablamos por tanto del retorno de la arquitectura a una especie de mundo bucólico pastoril. Algo como lo que podríamos denominar una Arquitectura Heidi. Oye, ahora que lo pienso tú mismo te pareces bastante a su abuelo.Ya sabes, el de [canta] abuelito dime tú...
JP [Desconcertado]: Prefiero el mundo de Heidi al de la cultura del pelotazo, algo de lo que aquí sabéis mucho. ¿Sigues haciendo las mansiones a 10 millones de euros la pieza como la que hiciste a Cristiano Ronaldo?
JT [Divertido]: Por supuesto. ¿Y tú sigues haciendo esa especie de choza para perdedores flower-power?
JP [Mosqueado]: Mis casas Moduli mantienen un criterio de calidad sensorial, experiencial y existencial que nunca tendrán tus bodrios kitsch. Mis casas ayudan a deliberar sobre la esencia misma de la vida. La casa es un estado del alma, como dijo Bachelard. ¿Qué estado del alma representan las tuyas?
JT: Si todos los arquitectos siguieran tus principios aún estaríamos viviendo en cabañas o en cavernas. Estamos en el siglo XXI, Juani.
JP: Juhani, mi nombre es Juhani.
JT: Uy, es que hace poco he vuelto a ver Yo soy la Juani, una película que te recomiendo encarecidamente. Versa sobre las andanzas de una choni poligonera (la Juani), que si lo pensamos bien es una anti-Heidi, o mejor aún una Heidi devenida en choni por obra y gracia del polígono. Hay toda una fenomenología del polígono, te encantaría experimentarla. Así, si por un suponer intentaras levantarle una chorba a un cani, el chaval te iba a meter una yoya que te ibas a quedar mirando a Cuenca. Si eso no es una experiencia háptica que venga Kahn y lo vea. ¿Me sigues?
JP [El finlandés se encuentra completamente lost in translation, su pinganillo echa humo, al traductor los ojos deben estar haciéndole más cabriolas que a Marujita Díaz]: ¿¿Cómo?? [Coge de pronto un volumen de La imagen corpórea, su último libro, y declama con fruición]: Escucha bien: "Cuando nuestros entornos se están transformando en fachadas inventadas y tematizadas de una cultura ficticia -simulacros, por hacer uso de un concepto frecuentemente empleado por Umberto Eco y otros filósofos de la posmodernidad-, el deber de una arquitectura responsable es defender la autenticidad y la autonomía de la experiencia humana. En un mundo de simulacros, simulaciones y virtualidad, la tarea ética de los arquitectos consiste en proporcionar una piedra de toque de la realidad". Tu arquitectura es un simulacro. ¡Tú mismo eres un simulacro!
JT [Cogiendo el libro sin inmutarse]: La imagen corpórea. Espera, que te voy a enseñar una imagen corpórea que te vas a enterar de cuando en Sálvame enseñé el six pack. [Coge su tablet y busca en YouTube sin éxito]. ¡Pues no te digo que nadie ha subido el vídeo aún! [Busca otro fragmento del programa] No te imaginas la labor pedagógica que hago en este programa, mira aquí.
JP: [Escandalizado] ¡Pero si es televisión basura! ¿Tan bajo has caído?
JT [Asertivo]: Mira, Jumanji, a ver si te enteras: Ambiciones y reflexiones, el libro de una colega de dicho programa (Belén Esteban, aka princesa del pueblo), es el más vendido de España. Por muchos libros sesudos que tú escribas nunca le llegarás a la suela de los zapatos en impacto mediático. Una sola frase de la Esteban ("Yo por mi hija mato") ha devenido icono intergeneracional, interclasista e internacionalista. Hasta su entonación es ya icónica ("ma-to").
JP: ¿Y tú entras en ese juego?
JT: Ojo, que a mi el IVAM me dedicó una exposición.
JP: Valencia tenía que ser, la tierra de Calatrava y los iconos falleros y fallidos.
JT: El discurso de los excesos de los arquitectos estrella aburre ya hasta a las ovejas. Gracias a los iconos arquitectónicos este país se ha modernizado, se le ha puesto en el mapa y ha dejado de una vez el olor a rancio y la imagen de cutre. La Marca España es hoy básicamente fútbol y arquitectura. Así que no me seas plasta.
JP: [Alterado] Pallasmaa, mi apellido es Pallasmaa. Mira, yo aspiro a ser respetado en mi profesión, tú no eres más que un payaso que ha vendido su alma.
JT: [Sonriendo]: A mí no me respetarán, pero soy inmensamente más popular de lo que tú serás nunca, aquí y en Finlandia. La gente como tú es respetada, pero nunca querida. No eres cool, como yo. No conectas con la gente, eres un mustio.
[El finlandés no acierta a responder, está tocado. Cierra los ojos y se reclina en el sillón de los Eames. La entrevista toca prematuramente a su fin]
JT: Anda, Juhani, vente a tomar una caña. Hay por aquí cerca un polígono que te va a gustar y te cuento el pedazo casoplón que hice a Madonna en Dubai ... [Juhani le acompaña cabizbajo y abatido. El estudio queda vacío con la única presencia de los sillones, testigos mudos del singular encuentro entre el poeta y el showman].