sábado, 28 de julio de 2012

El lechero optimista


Este singular lechero va a entregar su habitual pedido a pesar de que, en el Londres bombardeado de la Segunda Guerra Mundial, quizá no encuentre ya ni puertas a las que llamar. Los ingleses, como siempre, a lo suyo (lo hemos podido ver en la ceremonia de apertura de los Juegos). Luis Fernández-Galiano acaba con esta espléndida foto su presentación en el congreso Arquitectura: Lo común que se celebró hace un mes en Pamplona. Hablaba sobre la situación de hondo desánimo generalizado ante nuestra situación económica y con la foto quería hacernos recordar que de peores hemos salido, y que hay que seguir adelante con optimismo. El optimismo -decía- es la primera obligación del arquitecto (y de todos). En fin, como recordaba a menudo Gregorio Peces-Barba citando al filósofo e historiador alemán Max Weber, "toda experiencia histórica confirma la verdad de que el hombre no hubiera obtenido lo posible si no hubiera pugnado una y otra vez por alcanzar lo imposible".

jueves, 26 de julio de 2012

El árbol y el agua


A veces no hace falta construir un icono de precio exorbitante y formas excepcionales como recordatorio de un hecho especialmente significativo. Un simple árbol puede hacer ese papel. En el Memorial 9/11 neoyorquino un peral recuerda la tragedia, aunque no es un árbol cualquiera, así lo relata Vicente Molina-Foix, uno de nuestros mejores articulistas, en su crónica El parque de las almas para El País: es " el Survivor Tree o árbol superviviente, un peral de flor que originalmente estaba en el jardín de la plaza interior situada entre las dos torres abatidas y que las brigadas de salvamento encontraron, dañado pero no muerto, en las ruinas humeantes de la llamada Zona Cero. Como un herido más de la masacre, el peral fue atendido y sanado en otro parque-hospital de la ciudad, hasta que renació y floreció de nuevo cada primavera, sobreviviendo también a los efectos de una devastadora tormenta sufrida, en su vivero provisional, en marzo de 2010. En diciembre de ese año el Survivor Tree fue replantado en el Memorial 9/11, donde hoy tiene un sitio de honor cerca del lado oeste de la Piscina Sur". Las "piscinas" de Michael Arad, un símbolo igualmente simple y nada extravagante, como el negativo de las antiguas torres, ofrecen también una significación profunda:  "Y así llegamos al punto culminante de nuestra historia, situado en las dos inmensas piscinas que ocupan el perímetro exacto donde estaban las moles gemelas desplomadas. En esas piscinas o fuentes, en su hermoso y sobrio granito negro, en sus parapetos grabados, en el fluir moroso de un continuo canal de agua que forma una cascada sin estruendo y un lago sin profundidad, se guarda el luto, y en lo que constituye su mayor logro estético, los anchos pozos centrales por los que cae el agua a un fondo insondable y sombrío, se da la imagen más elocuente de la pérdida, de la oquedad y la carencia. No el olvido. Para desafiar al olvido se dispuso que los nombres completos de todas las víctimas de los dos atentados del World Trade Center, unidos en la Piscina Sur a los de los muertos en los vuelos pilotados por terroristas que se estrellaron en Pensilvania y Washington, estén inscritos en letras de bronce en los rebordes, también de piedra negra, que flanquean las piscinas, siguiendo en su disposición una 'contigüidad con significado'". Símbolos sencillos y arquitectos desconocidos (frente a las grandes figuras como Foster, Calatrava o Libeskind que también trabajan en la zona), serán probablemente los que dejen una mayor huella en el recuerdo de los visitantes. 

lunes, 23 de julio de 2012

Uniones de alto voltaje


¿Alguien se imagina a, por ejemplo, el Real Madrid y el Barcelona (o el Atlético de Madrid) jugando juntos contra otro equipo? ¿A Ferrán Adriá poniendo un restaurante junto a Arzak? ¿A Ai Weiwei uniéndose a Anish Kapoor para crear una nueva instalación? Bueno pues en arquitectura esta clase de uniones en lo más alto se están empezando a producir, y es que la crisis obra milagros. Es habitual, bien por requerimientos del proyecto, o como guiño al país en cuestión, que cuando un arquitecto de renombre se presenta a un concurso en un país distinto al suyo lo haga acompañado de un estudio local, hasta ahora  un telonero poco conocido. Pues bien esto ha cambiado para el proyecto de reforma del estadio Santiago Bernabéu del Real Madrid al que se propone dotar "de una piel envolvente que sea un hito arquitectónico mundial. Tiene que convertirse en único, el mejor del mundo, la obra cumbre del siglo XXI" en palabras de Florentino Pérez (quien pondrá sobre la mesa 200 millones de euros), proyecto que también incluirá la construcción de un hotel y un espacio de ocio en el costado que mira a la Castellana, hoy en día ocupado por un parcela infrautilizada (ya hace casi tres años el diario deportivo Marca adelantaba la noticia, señalando a tres arquitectos galácticos para el proyecto: Moneo, Pei y Calatrava: sólo acertaron con el primero). Pero a lo que íbamos, la gran novedad consiste en los equipos seleccionados: el primero Moneo y Herzog y de Meuron (aquí no hay telonero que valga, ambos estudios están en lo más alto de la disciplina a nivel mundial, algo como digo verdaderamente sorprendente), el segundo Foster y de la-Hoz (aunque aquí la balanza se inclina hacia el británico, de la-Hoz es uno de los más importantes estudios españoles, autor por ejemplo de las sedes de Telefónica y Repsol en Madrid), y el tercero Populous y Lamela (los menos conocidos: el primero ha diseñado el estadio olímpico londinense junto a Peter Cook, sobresaliente en sostenibilidad pero aprobadillo en presencia, acaba de ser elegido para la shortlist del Stirling, y los segundos son un estudio de gran tradición en España: con Rogers levantaron la T-4 en Barajas y suyas son también las Torres de Colón, todo un acontecimiento en los 70 por su técnica constructiva -se hicieron de arriba abajo- y su posterior restyling consistente en unir ambas torres con una piel única y rematarlas -nunca mejor utilizado el término- con un extraño caperuzón de un color verde ácido que no desentonaría en Miami, pero en Madrid... Suya es por cierto la última remodelación del Bernabéu).

Hasta aquí todo muy bien. Los arquitectos, hasta los más grandes, deben adaptarse a los tiempos y trabajar en equipo. El premio FAD de arquitectura ha sido concedido al Matadero madrileño precisamente por aunar a un gran número de arquitectos en un proyecto vanguardista común. Ahora bien, la pregunta es: ¿serán capaces nuestros ex-starchitects, a sus años, tras acumular tantos éxitos y fama, y después de trabajar a sus anchas durante tanto tiempo, del imprescindible give and take del trabajo en equipo? Foster y de la-Hoz tienen ciertamente mucho en común, Moneo y HdM también (aunque quizá algo menos), aún así, ¿serán capaces de pergeñar juntos un proyecto realmente mejor que sus trabajos en solitario? Tengo verdadera curiosidad por saber qué saldrá de todo esto: la respuesta, en septiembre, cuando se presentan los proyectos: ¿Ganarán Foster y de la-Hoz, más en sintonía con el galactismo de Florentino que los recatados Moneo y HdM (aunque en Pekín y Múnich los suizos hicieron sendos estadios realmente impresionantes)? ¿Darán la campanada Populous y Lamela, a prori los peor colocados?

Muy bien también el sugar rush, el subidón de azúcar que dice Rowan Moore en The Observer comentando la falta de él en la lista final de sosos edificios elegidos para el premio Stirling de este año (hasta los dos seleccionados de Koolhaas parecen de Chipperfield). Está bien que, de vez en cuando, y siempre a cargo de magnates como Pérez o Botín, claro está, le demos una alegría al cuerpo con estos soberbios macroproyectos que den cancha a los grandes para que nos dejen boquiabiertos; ojo, fundamental también que sean obras que puedan llegar a todos y no meras torres de marfil al estilo de The Shard como apuntaba Fernández-Galiano en el congreso Arquitectura: Lo Común: "los edificios se reconstruyen y dotan de significado con la gente", la arquitectura debe crear "marcos que coreografíen la realidad de la vida" (resulta que al final "lo común" se refería a lo comunitario).

En fin, acabo con una lista de improbables equipos arquitectónicos que me gustaría ver trabajando juntos: Siza y Campo Baeza, Mangado y Chipperfield, Toyo Ito y Selgas Cano, Nouvel y Lejarraga, Koolhaas y Zaera, Nieto Sobejano y SANAA, Calatrava y Hadid (aquí iban a saltar chispas), Zumthor y A-cero (¿por qué no?), Tuñón y... ojalá, Mansilla.

sábado, 21 de julio de 2012

Empresas destructoras




"Aprovecho que mis dos compañeros de viaje son arquitectos para preguntarles por qué hay tanta fealdad en España.(...) Se ve que Ignacio [Pedrosa] ha pensado mucho en el asunto. Me dice que en las últimas décadas pasamos con demasiada brusquedad de la pobreza extrema a la abundancia, y que por lo tanto no hemos tenido el sosiego que sí disfrutaron otras sociedades para encontrar un equilibrio razonable entre lo viejo y lo nuevo, entre lo que está bien cambiar y lo que merece ser preservado. Está convencido de que a los españoles nos espolea más eficazmente el talento y la escasez de medios que la abundancia, y me pone por ejemplo los métodos y las soluciones de la arquitectura popular. Y como las perspectivas profesionales se vuelven cada vez más oscuras, él y Ángela [García de Paredes] fantasean con un proyecto para el que le ofrezco mi apoyo inmediato: terminada en desastre la era de las empresas constructoras, él ve viable una empresa destructora, que se aplique con racionalidad y eficacia al derribo de muchos de los horrores innecesarios que se han levantado a lo largo de todos estos años, que recicle los materiales, que ayude a restaurar los paisajes arruinados y despeje solares en los que levantar por fin edificios bellos, simples, austeros, habitables, lugares públicos en los que pueda suceder una robusta vida civil". (Antonio Muñoz Molina, En viaje de estudios, El País. Foto: Palacio de Congresos de Peñíscola de Paredes y Pedrosa Arquitectos).


martes, 17 de julio de 2012

El estilo finlandés


"La dureza es parte de la vida en Finlandia. La segunda residencia de la mayoría de las familias es eso: un reto físico, plantarse en medio de la naturaleza sin agua y sin luz. "Hasta los directivos de Nokia eligen ese retorno artificial a la vida primitiva", insiste Pallasmaa. ¿Por qué es tan importante experimentar la vida sin comodidades? "Los mayores goces nacen de las situaciones más básicas: calor cuando hace frío, sombra cuando hace sol", explica el arquitecto. A su edad tiene claro que fue la granja de su abuelo la que forjó su carácter. "Todos podían hacer todo lo necesario para sobrevivir. Mi actitud en la vida deriva de allí".(Anatxu Zabalbeascoa, Marca Finlandia, artículo en El País Semanal. Foto: Moduli 225, vivienda prefabricada diseñada por Juhani Pallasmaa y Kristian Gullichsen).

sábado, 14 de julio de 2012

Promesas del Este


Esta foto no es de Moscú, sino de Torrevieja, el sea resort alicantino. Anuncia villas estilo a medio camino entre Palladio y Briatore. Muy blancas. ¿Nos desenladrillarán los rusos? ¿Y tú que prefieres, los hombres de negro según el chascarrillo de Montoro (que no iban a venir...) o los hombres de blanco? El director de la Oficina Antifraude de Cataluña, pro Eurovegas, ha dicho que "el dinero no tiene color". Ya lo dicen los chinos, no importa que el gato sea negro o blanco con tal de que cace ratones.Y al fin y al cabo de noche todos los gatos son pardos. Precisamente Vicente Verdú, en El País de hoy dice que ni negro ni blanco, que últimamente el color que se lleva, en publicidad, como símbolo corporativo, es el pardo. Color escatológico que señala lo que los mercados nos están excretando todos los días, color tóxico de los marrones que nos vamos a tener que comer, color del óxido en valores y principios. ¿Para salir de esta vale todo?

martes, 10 de julio de 2012

Caravana para un coleccionista nómada






Frente a los excesos del ladrillo, al lujo por el lujo o a la reciente exposición que dedicó nada menos que el IVAM al fastuoso Joaquín Torres (A-cero), el arquitecto de los futbolistas (y ahora colaborador en Sálvame, hay que ver qué bien se mimetiza con sus compañeros de programa), Martín Lejarraga, el arquitecto vasco afincado en Cartagena del que aquí hemos hablado unas cuantas veces y que define al arquitecto como un "traficante de sueños", lleva al museo Arqua de la ciudad murciana su "caravana para un coleccionista nómada" dentro de una exposición organizada por La Naval, grupo de acción cultural fundado por el arquitecto junto a los pintores Ángel Mateo Charris y Gonzalo Sicre, todos ellos cartageneros de origen o adopción. La caravana es, según Lejarraga, una "casa rodante, de escasos siete metros cuadrados, pero con el mundo a sus pies, que no se adapta a ningún lugar concreto, pero que está bien en cualquier sitio, que es de estilo 'gitano-chic' -eso nos dicen-, y en la que nos sentimos como granjeros ermitaños que han ocupado una caracola extraña en cuyo interior, como si una cáscara de nácar lo envolviera por completo, se refleja todo nuestro pequeño mundo", mundo que incluye una baraja de cartas transparentes con las que no te hará falta hacer trampas, una puerta celosía hecha con conchas que evocan el mar, razón de ser de Cartagena, un bello cuadro de un solitario paisaje nevado que recuerda a Hopper y aporta profundidad al pequeño espacio o un mantel-bandera que ondea en su exterior reivindicando el hogar como única patria. En fin, como dijo Lejarraga en otra ocasión "la crisis nos obliga a repensar cómo vivir, cómo construir, cómo habitar los espacios".

domingo, 8 de julio de 2012

Lorca y Le Corbusier



"En 1922, al hablar de la Arquitectura del cante jondo (...) [García Lorca] narraba cómo, un día de verano, paseando por Granada con Manuel de Falla, oyeron -la irrupción súbita e inesperada de la música es un motivo habitual en Lorca- una canción "antigua, pura", inseparable de su encuadre arquitectónico. "Nos asomamos a la ventana y a través de las celosías verdes vimos una habitación blanca, aséptica, sin un cuadro, como una máquina para vivir del arquitecto Le Corbusier, y en ella dos hombres, uno con la guitarra y el otro con su voz". En la "pureza" simultanea de la canción y de su ambiente construido aparecían asociadas la modernidad arquitectónica radical de Le Corbusier (que impartiría en 1928 una conferencia en la Residencia de Estudiantes y cuya figura sería también evocada por Lorca en Sketch de la nueva pintura) y la desnudez, tradicional pero precisamente por eso igualmente moderna, de la arquitectura y de la música populares".  (Juan Calatrava, La casa de Bernarda Alba en Arquitectura escrita, de Juan Calatrava y Winfried Nerdinger eds. Foto: Museo Madinat al-Zahra en Córdoba de Nieto Sobejano Arquitectos).

viernes, 6 de julio de 2012

Verne y Le Corbusier


¿Influyó Julio Verne en las teorías arquitectónicas de Le Corbusier? Eso parece señalar Dietrich Neumann en uno de los artículos de Arquitectura Escrita, libro editado por Juan Calatrava y Winfried Nerdinger al hilo de una exposición celebrada en el Círculo de Bellas Artes madrileño que estudiaba las conexiones entre arquitectura y literatura. El visionario autor francés, precursor literario del submarino o los viajes espaciales, también tocó el palo arquitectónico. Verne escribió en 1879 un relato de nombre Los 500 millones de la Begum en el que hablaba de una ciudad ideal (France-Ville) donde los arquitectos debían cumplir con un decálogo estricto en el que se incluían reglas para las casas unifamiliares tales como que ninguna podía tener más de dos plantas, debían incorporar jardín y estar a diez pies de distancia de la calle, los tejados debían ser planos, la planta baja tenía que quedar libre y abierta para garantizar el paso del aire, los interiores debían tener lo esencial y las habitaciones tenían que estar bien ventiladas.  Neumann lo contrapone al ideario de Le Corbusier en Vers une architecture (1923) y las coincidencias cantan: "Pedid paredes desnudas en el dormitorio, en la sala de estar y en el comedor.(...) Comprad sólo muebles prácticos y dejaos de adornos. (...) Enseñadles a vuestros hijos que una casa sólo es habitable si está llena de luz y de aire y cuando las paredes y los suelos están libres", por no hablar de la planta baja libre y los techos planos. El relato de Verne es incluso anterior a otras formulaciones sobre la ciudad-jardín como el libro Looking Backward de Edward Bellamy, publicado diez años después del relato de Verne. (Foto: interior de la Villa Savoye de Le Corbusier)