sábado, 18 de mayo de 2024

Abstracciones (6)

 


"Es difícil precisar por qué, pero me gusta el lenguaje abstracto en el Arte Concreto. No te dice lo que estás viendo, ni lo que se supone que debes comprender, sino que te reta a pensar y sentir". Quien esto dice bien podría ser Valerio Olgiati como veíamos, pero es una cita de Nicolai Tangen, un potentado noruego que está tras la rehabilitación de un enorme silo en Kristiansand, quinta ciudad de Noruega, para convertirlo en centro de arte recién inaugurado (el Kunstsilo, en la foto) donde se muestra la importante colección de arte moderno que donó a la ciudad. Aunque no es el primer silo reconvertido en museo, siempre hay que celebrar la reutilización de edificios que habían quedado obsoletos y más aún si se trata de construcciones tan bellas como esta, levantada en 1935 por el arquitecto local Arne Korsmo de interesante recorrido, quien se inspiró en los grandes silos americanos siguiendo acaso la estela de Vers une architecture de Le Corbusier. Sus quince enormes cilindros, que alcanzan los 38 metros de altura, podían alojar hasta 15.000 toneladas de grano y aún se añadieron otros tantos en una ampliación llevada a cabo pocos años después. La reforma que ahora han concluido los estudios Mestres Wåge Arquitectes, BAX y Mendoza Partida, de variopintas procedencias pero todos con sede en Barcelona, ha seccionado estos brutales contenedores dando lugar a espacios de abstracta belleza, muy apropiados para su nueva función (el logo del museo utiliza como referente precisamente la forma cilíndrica) y mantiene en su exterior la sobriedad industrial del señero edificio despojada de todo ornamento y luciendo un deslumbrante blanco moderno

Hay un arquitecto al que quizá le habría gustado visitar el Kunstsilo, primero porque  le inspiró la arquitectura escandinava, segundo porque en sus proyectos siempre practicó "una gramática de renuncia" y finalmente porque gustó de la abstracción ("la abstracción nos dejó dibujadas bellas páginas de minimalismo constructivo"), de hecho trabajó con Fernández del Amo, como comentábamos el director del primer museo de arte moderno que tímidamente se fundó en Madrid en los 50, y se le incluye a menudo dentro del grupo El Paso. Hablamos de Antonio Fernández Alba, que nos dejó la semana pasada. He estado leyendo su discurso de acceso a la RAE de 2006 (Palabras sobre la ciudad que nace), opaco y exigente, en el que brillan aún más por ello mismo algunos de sus pasajes describiendo a la ciudad, de una belleza sobrecogedora: "Sacralidad abstracta, surgida de la inteligencia abatida del hombre la tarde en la que perdió el paraíso. Artefacto edificado para escapar del tiempo y de la materia. Ágora para los diálogos con la melancolía del ser. Anfiteatro de libertades donde aún se escuchan los ecos de utopías indomables. Memoria sedimentada de las miserias humanas y metáfora de la opulencia por cuyos espacios discurre la muerte programada. Territorio de poliédricas geometrías donde habitan rétores y sofistas, políticos y tecnócratas, que nublan el día con palabras de sombra". A nadie puede extrañar su pertenencia a la Academia de la Lengua. Su pesimismo es también notable: "La ciudad declina hacia poniente. Un crepúsculo unificador anuncia con precisión la pérdida en la capacidad para lo abstracto del último hombre industrial. Nada es real ni existe si no es canonizado por el «efecto pantalla» pero, pese a tan radical testamento que pretende clausurar la modernidad de las vanguardias, resulta difícil poder fundir los postulados democráticos conquistados con los principios de la economía del lucro que se consolida". No es el momento, lo sé, pero no puedo evitar preguntarme quién debería ocupar su sillón vacante en la RAE (el "o" minúscula). Sería de justicia que fuera un arquitecto. Nosotros, la verdad, lo tenemos diáfano. Mientras reflexionas sobre el particular te dejo con uno de mis edificios favoritos del arquitecto salmantino donde pueden verse los ecos de Kahn, al que conoció en persona. 

La misma semana que perdíamos a Fernández Alba, tan solo tres días después, entrevistaba Fernández-Galiano a Chipperfield en la March de Madrid. Le vimos (estábamos en la segunda fila) abatido y abstraído; no es para menos, el director de Arquitectura Viva fue gran amigo del salmantino, con el que compartió proyectos profesionales y pedagógicos ya desde los 80. La necrológica que le dedica refleja esa desazón profunda: "[su] huella se desdibuja hoy con su ceniza, sin que quepa el consuelo falaz de la supervivencia en el legado o en la obra, y que ilumina con violencia la fragilidad de la existencia y la seguridad del olvido. Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando". Yo lo de la seguridad del olvido no lo comparto, pero en finAl aragonés y al castellano les unía también la querencia por la abstracción y el despojamiento arquitectónico, así habla don Luis en el Arquitectura Viva 183 dedicado a la Europa germánica: "Como bien utilitario e instrumento social de precisión racionalizadora, quizá la arquitectura demanda un esfuerzo de desnudamiento radical y de eliminación de lo superfluo. Estas arquitecturas ásperas y austeras, grávidamente materiales y despojadamente abstractas, son manifiestos estéticos, pero también expresión de posiciones morales, porque los tiempos reclaman un lenguaje llano que practique la cortesía de la claridad, que muestre su depuración artísitca con la elegancia seca de sus fábricas, y que alcance su condición esencial a través de su naturaleza desornamentada", algo que puede de nuevo recordarnos a Sota, y no es para menos ya que don Luis ha dejado dicho que fue convertido a la arquitectura por el gallego. Ya puestos comentarte que la entrevista con Chiperfield fue una delicia premium en la que me sorprendió la elegante campechanía del inglés que tanto ama Galicia, quien llegó a la arquitectura de rebote (quería ser veterinario pero los estudios no eran lo suyo, solo destacaba en dibujo) y fíjate ahora. Recientes los postulados de Olgiati en plan sumo sacerdote arquitectónico, la charla de Chipperfield me pareció un soplo de aire fresco: así su énfasis en el trabajo en equipo (Olgiati no cree en él salvo para labores subalternas: el "autor-arquitecto" debe situarse en el vértice absoluto de la pirámide arquitectónica, donde solo hay sitio para él/ella) o la ausencia de posturas dogmáticas (cuando hizo el Museo del Remo se atrevió a poner un tejado a doble vertiente, toda una herejía arquitectónica por aquel entonces), en una entrevista reciente incide en lo mismo: "Si a mi madre no le gusta un edificio, ¿por qué la tengo que convencer?", compárese con esta cita de Olgiati: "Sí, los arquitectos, en cierta medida, siempre han sido formadores de la sociedad. Hoy podemos afirmar que la tarea de los arquitectos es modificar las expectativas y enmarcar nuestras vidas". Pero cierro párrafo con Fernández-Galiano. En efecto, él y no otro es de lejos el más digno sucesor de Fernández Alba en el sillón "o" de la RAE. Aunque, todo sea dicho, en un reciente editorial nos destripó con insospechado espóiler la serie que estábamos empezando a ver (El problema de los tres cuerpos), somos die-hard fans y se lo perdonamos todo, faltaría menos.  

Termino ya. He empezado a leer, a tono con esta temporada tan abstracta que estamos teniendo, Arquitectura y abstracción de Pier Vittorio Aureli. En qué jardines me meto. La verdad es que resulta interesante pero vamos a ver, es casi (al menos por ahora) un texto más filosófico que arquitectónico. Solemos entender la abstracción como algo artístico pero Aureli nos alerta de que eso es solo la punta de un iceberg oscuro, y, siguiendo a Marx, sostiene que en realidad es la abstracción y sus subgéneros (el cálculo, la medida, la geometría, el propio dinero, la abstracción más poderosa) las que han permitido al sistema capitalista ejercer el control y extraer beneficios (es curioso la cantidad de críticos arquitectónicos italianos -Tafuri, Benevolo, Zevi- que toman el marxismo como referente). En fin, te iré contando, o no, que igual es mucho arroz y a estas alturas de curso andamos con el aparato intelectual mirando a Cuenca; perdona que te cuente mis miserias, al cabo este es un blog de aprendizaje, o si lo prefieres (porque la ignorancia no es óbice para la pedantez), un Bildungsblog

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