jueves, 27 de enero de 2011

Alsop, al despacho de dirección




Ya hemos hablado aquí de Will Alsop, el arquitecto más díscolo de la escena arquitectónica británica. Su último proyecto recién inaugurado es un colegio en una barriada deprimida de Elephant and Castle en Londres, una zona que algún periodista con bastante mala baba llegó a llamar "la sala de espera del infierno". Cubierta de tristes edificios de los años 60 y 70, la zona está inmersa en una importante proyecto de regeneración cuyo mascarón de proa es el OVNI que Alsop ha hecho aterrizar justo en su centro. De todas formas lo que más llama la atención de la noticia -al menos por estas latitudes- es que el primer diseño que el arquitecto presentó fue fulminantemente rechazado por la... directora del centro (Karen Fowler), quien lo tildó de "granero simplón" completamente decepcionante, para mandarle a continuación, como si de un alumno amonestado se tratara, que "volviera con algo más creativo". Los alumnos también contribuyeron al diseño. Preguntados por los arquitectos en una encuesta sobre qué es lo que más querían en su nuevo centro, respondieron "unos baños bonitos", así que estos días de estreno hay cola para entrar. En fin. Artículo aquí.

jueves, 20 de enero de 2011

Los caracoles rojizos del arquitecto poeta


Así que Rogelio Salmona quería ser poeta. Lo leo en Apuntes de Arquitectura. El arquitecto más importante de Colombia, fallecido en 2008, tiene en Madrid uno de sus últimos proyectos, un bloque de vivienda social que recuerda a sus impresionantes Torres del Parque en Bogotá (arriba): ladrillo visto, juegos de líneas curvas y rectas y diálogo entre espacio público y privado. Fotos:




miércoles, 12 de enero de 2011

Más deconstrucción



El Mundo comentaba ayer la noticia de la inauguración parcial (un 24%) de la Cidade da Cultura de Santiago con las escalofriantes cifras que ya son cantinela habitual en relación al faraónico proyecto cuyo presupuesto está fuera de control (se ha disparado un 400%), se llevan gastados 351 millones y sólo se han terminado dos de los seis edificios proyectados (la Biblioteca y el Archivo gallegos) estimándose que el coste final ascienda a 500 millones por lo bajo, pues dos de los edificios restantes son más grandes que los recién estrenados. Las cifras resultan sangrantes, aunque aún escandaliza más que el ondulado proyecto que se compara a los típicos montes gallegos de la zona o a una vieira parece tener problemas de definición funcional, vamos, que no saben qué van a hacer con tanto metro cuadrado. A falta de verlo en la realidad, las fotos no me convencen mucho (recuerdo lo impresionante que resultaba la maqueta original del proyecto, que ya tiene 12 años) y me recuerda a un amenazador tsunami de hormigón o un saurio agonizante, toda una metáfora. En fin, Galicia se lo merece (¿por qué unas autonomías van a poder tener su icono identitario y otras no?), lo que no se merece es un arquitecto (Peter Eisenman, apóstol deconstructivista según el artículo) que, según un profético miembro del jurado que lo aprobó, no supo definir claramente el proyecto poniendo las bases del desastre que posteriormente los múltiples vaivenes políticos acabarían por provocar. Uno también se pregunta: ¿Necesitaba Santiago otro icono más? ¿No podrían haber pensado los políticos de rigor, Fraga a la cabeza, en un lugar más necesitado de atención y renovación al estilo de Avilés o Bilbao? Nunca mais.

lunes, 10 de enero de 2011

El desierto de la deconstrucción



Este es el edificio que (cómo no) Frank Gehry ha propuesto para alojar la Universidad de la Tecnología en Sidney. Su vicerrector ya se ha aprestado a comparar el proyecto con la Opera House de Utzon, confiando que sea tan icónico como la compleja obra del escandinavo según podemos leer en The Guardian. La autora del artículo recuerda la famosa y atormentada gestación del teatro de la Ópera, algo que también hace por cierto (me encantan estas coincidencias) Moneo -quien trabajó para Utzon- en la última entrada del blog de Anatxu Zabalbeascoa (el Pritzker navarro propone nada menos que vaciar las conchas del edificio y casualmente habla también de Gehry y la vecindad de sus proyectos en Bilbao y Los Ángeles). Volviendo al artículo del periódico inglés, la autora (Germaine Greer) parece no estar muy conforme con el nuevo proyecto australiano del arquitecto nacido en Toronto ya que lo titula "El nuevo edificio de Gehry se parece a 5 bolsas de papel estrujadas". La verdad, no es para menos. Greer habla de auto-parodia (algo que bien podría también decirse del Instituto Lou Ruvo en Las Vegas) y lo compara también con un nido de termitas abandonado que saldrá por casi 120 millones de euros. Acabo con una cita del más filólogo de nuestros arquitectos, Luis Fernández-Galiano:
"La estupidez es una forma de sabiduría en tiempos de tribulación y desprenderse del habitual ropaje de sofisticación intelectual equivale a desnudar la arquitectura de ornamento superficial, esforzándose por alcanzar la raíz de las cosas y reclamando para los arquitectos un papel de servicio que se ha desvanecido en la liaision non sancta con la celebridad y el glamour.(...) Ese es nuestro modesto y estúpido camino hacia delante: crear islas de orden en un mar de desorden, y ofrecer cobijo ante el dolor del caos". (Crítica y crisis, AV 128. El título de esta entrada también procede de aquí).

miércoles, 5 de enero de 2011

Los sueños virtuales del arquitecto cineasta



Por el traje de luces que calzan los de la foto bien podríamos pensar que se trata de improbables toreros del futuro, pero, no lector. Es la actualización enriquecida de Tron, aquella antediluviana peli que pocos vimos y aún menos entendieron pero que fue convirtiéndose en objeto de culto para nerds gafapasta amantes de la ciencia-ficción y que contaba la historia de un hombre prisionero en un videojuego diseñado por él mismo que acaba lógicamente algo tronado. Más un tour de force visual que otra cosa según las críticas, Tron: Legacy supondrá para muchos como el que suscribe un safari sentimental, una vuelta a aquel lejano 82 en el que empezábamos la universidad y dejábamos para siempre el entorno cálido y cómodo del cole: vamos que nos hacíamos adultos sin remedio, así que tendré que verla (por ahora sólo tengo la banda sonora de Daft Punk: un mix de la BSO de Alejandro Magno de Vangelis y El Quinto Elemento de Serra). Pensarás que esta entrada deriva en caída libre a lo que los ingleses llaman Off-Topic (vamos, que está cogida por los pelos), pero lee esta cita de la magistral crítica sobre la película en El País: "Sería injusto no valorar el eficaz tuneo de la escena original del combate de gladiadores -que ahora se desarrolla en el interior de un estadio flotante, que parece el sueño húmedo de algún miembro del actual star-system arquitectónico-...", y es que resulta que su director, Joseph Kosinsky, es arquitecto. Y dónde mejor que el cine de ciencia-ficción para llevar a la práctica esos sueños arquitectónicos imposibles. Más conexiones arquitectónicas: acabo de descubrir la entrada que en el blog Arquitectura+Historia se dedica a la película: su autor, arquitecto y docente del ramo, encuentra influencias de Mies, los Eames y Starck en la casa del protagonista, léela aquí.

El "Mea Culpa" de Tusquets



Rectificar es de sabios (y de valientes). Resulta que Óscar Tusquets, arquitecto y diseñador catalán, promovió junto a otros allá en los 60 un manifiesto en contra de la terminación del templo de la Sagrada Familia que contó con ilustres apoyos, ya que al parecer se temía que las obras desdibujaran el proyecto original de Gaudí. La alternativa, que el templo quedara como una absurda e inútil ruina inacabada (por esa regla de tres no se habría construído ninguna de las grandes catedrales), no arredró a los firmantes, entre ellos nada menos que los sobrios Alvar Aalto y Le Corbusier, quienes quizá también se dejaran llevar por un cierto rechazo a las voluptuosas y recargadas formas del templo. Tusquets firma ahora un artículo de revelador título "¿Cómo pudimos equivocarnos tanto?" en el que se retracta de aquel manifiesto al constatar la marcha de las obras, y con el furor típico del converso pasa a decir que "es el mejor edificio religioso de los últimos tres siglos", qué peligro tienen los superlativos, especialmente el mejor: ¿Es mejor la Sagrada Familia que la capilla de Notre Dame du Haut en Ronchamp de Le Corbusier o la Iglesia sobre el agua de Ando? ¿Según qué criterios? ¿Se pueden comparar peras y manzanas?
Tusquets señala los retos que aún debe encarar la épica construcción, entre ellos encontrar un escultor que dé contenido religioso a la fachada principal, la de la Gloria (¿Barceló?) y como decíamos mantenerse lo más fiel posible al espíritu de Gaudí, para afirmar con certero entusiamo: "Si la arquitectura es ante todo espacio y luz, el interior de este templo es Arquitectura en mayúscula, emocionante y grandiosa Arquitectura frente a la cual las excentricidades de hoy parecen verdaderos juegos de niños". Finalmente da un dato penoso: las obras se financian con los donativos de los visitantes ya que el templo no ha recibido nunca ayuda económica de las instituciones, ahora me explico por qué la entrada para ver las obras cuesta más que la del Louvre. Artículo completo aquí.

De Tusquets conozco su anguloso hotel en Barcelona, justo al lado del edificio Fórum de Herzog y De Meuron (que los suizos están reconvirtiendo en el Museu Blau de Ciencias Naturales que se inaugurará en marzo), con dos soberbias torres de afiladas fachadas unidas por vertiginosos puentes de cristal. Aquí lo vemos en una foto de Thomas Mayer:



Mucho menos me gusta su auditorio Alfredo Kraus en Las Palmas:



En Madrid ha rehabilitado un antiguo cuartel de finales del XIX para reconvertirlo en instalación deportiva municipal. En el exterior apenas se nota su huella: unos ladrillos azulones tapiando antiguas ventanas que aportan un toque lúdico-mediterráneo al adusto edificio, una torre de ventilación con el mismo material y una terminación fabril en el tejado para crear lucernarios. El interior se articula en torno a un gran atrio en el que se han mantenido las bellas columnas de hierro originales y que sirve de distribuidor para las distintas dependencias que incluyen piscina, pistas, sauna, gimnasios y vestuarios. El proyecto forma parte de la rehabilitación aún en curso del complejo militar Daoiz y Velarde que incorpora, como único edificio de nueva planta, la Junta Municipal de Distrito de Retiro de Rafael de la Hoz, arquitecto que también está acondicionando otro de los pabellones militares para su uso como escuela de danza. Subo fotos:





sábado, 1 de enero de 2011

Amanece que no es poco



Si a veces la mejor música es el silencio, a veces también la mejor arquitectura es la que no está. El arte (y la arquitectura) tienen a menudo difícil superar a la naturaleza, aunque habrá quienes antepongan al sol real los soles huecos del canónico Kahn, el sol dubaití y galáctico de Rem o el sol postergado de Mansilla y Tuñón en Madrid (un sol imperial que si sale ya nunca se pondrá). Hoy te regalo este primer amanecer del año, un año en que aún pintarán bastos, pero no olvides que el sol sale para todos. Que 2011 nos sorprenda con proyectos útiles y racionales pero también audaces y emocionantes. En la arquitectura y en la vida.