domingo, 29 de octubre de 2017

Artquitectos

La Fundación Norman Foster en Madrid

"-¿Es usted un socialista?
-Soy un humanista.(...) La clave de mi trabajo es la creencia de que la arquitectura es importante; la calidad de lo que nos rodea, de cómo está diseñado, desde una estación al pomo de una puerta, influye en nuestra vida". (Norman Foster, entrevistado en EPS, Norman Foster, el zurdo tenaz).

-"¿Quiere ser el mejor arquitecto? 
-Quiero ser yo. Creo que la arquitectura necesita entender la creatividad de otra manera, no solo formalmente. Steve Jobs dijo que de cada 20 ingenieros uno es un artista y el resto son ingenieros. Creo que eso se puede aplicar a la arquitectura, al balonmano y a la enseñanza. Un maestro que es un artista puede cambiar a la gente.
-¿Se ve como un artista?
-Me veo como alguien capaz de cambiar las cosas. Alguien dispuesto a ese esfuerzo. La arquitectura puede ser un arte, pero el arte actual debe ser transformador".(Bjarke Ingels, entrevistado en EPS. Bjarke Ingels, "El buen salvaje tiene siempre otro punto de vista".)

El Via 57 West de Ingels en Manhattan

domingo, 22 de octubre de 2017

William Morris en la March

News from Nowhere: Blade Runner versión 1892

"Si me preguntasen cuál es la producción más importante del arte contestaría que una casa hermosa; y si me pidieran la segunda en importancia, diría que un libro hermoso". (William Morris, visto en la exposición William Morris y compañía: el movimiento Arts and Crafts en Gran BretañaNo te pierdas la reseña de la exposición por Antonio Muñoz Molina).









domingo, 15 de octubre de 2017

Pazzo


¿Qué es esto? Pues es una instalación del estudio Pezo von Ellrichshausen (a partir de ahora sólo Pezo al objeto de hacer el texto menos espeso) para la ciudad británica de Hull de nombre A Hall for Hull (jueguecito de palabras tenemos, tomo nota).  ¿Qué representa esta especie de espacio? Analicémoslo sin prisa, paso a paso. Tenemos 16 enormes columnas de acero galvanizado, que quieren conformar según los arquitectos chilenos una sala hipóstila. Como te habrás percatado falta el techo, estamos por tanto ante una casa en suspensión, y digo yo, para este viaje no necesitábamos capacho. ¿Se han vuelto los Pezo pazzo? Creemos raudos un relato, porque vivimos en una época en la que más que nunca lo que cuenta es vender la moto, que no tenga motor, manillar ni ruedas es lo de menos, no me seas rancio. Los chilenos quieren amagar y no dar para que sea el imaginario colectivo el que acabe la construcción. Además ahora que la lluvia es ya fenómeno paranormal podemos pasar del techo, elemento asaz reaccionario. Amamos la libertad, el viento abriendo nuestros poros, el sol chamuscando nuestra piel. Hay una poética de la intemperie. Es libertaria y primitiva. Observa ahora las columnas de 6 metros de altura. Son huecas y hueras, que Pezo nos quiere liberar del peso, tan retrógrado. Fíjate que tiene cada una una puerta de acceso. Te metes dentro y podría parecer que estás en una jaula, mas nada más lejos de la realidad ficticia que es santo y seña de nuestro tiempo. Estás en un recinto que te hace ver de otra manera. Como muy bien dice Merleau-Ponty no vemos la obra de arte, sino el mundo a través de la obra de arte. Al entrar en la no-columna (pues nada sostiene) penetras en otra dimensión que te permite escapar de una realidad impuesta por un enemigo necesario para que el relato tenga punch. Empapados en su poso, podríamos vivir dentro de esa no-columna de manera indefinida. Para comer ya pasará un alma caritativa que nos traiga una porción de pizza, y digo pizza porque se administraría con facilidad a través de la celosía metálica, pero también y mayormente por seguir con la coña marinero-aliterativa.

Bueno, pues ya nos hemos divertido bastante por hoy. Buena semana, y que nuestro gozo no acabe en pozo.

domingo, 8 de octubre de 2017

Al faro


Hoy me apetece poco escribir. A vueltas con lo del DIU (¿o es DUI?) ando con los esfínteres tensos. Pero en fin, hagamos un esfuerzo. Empezaré yéndome lejos y a ver si me animo. En St Ives (Cornualles), tierra extrema de filibusteros y bellos rincones costeros, acaban de concluir, tras 12 años y 20 millones de libras de inversión, una polémica franquicia de la Tate. La vista desde el mar me resulta criminal (juzga tu mismo, es el edifico gris con columnas), pero la verdad es que no puedo opinar viendo solo un par de fotos. Que conste que Oliver Wainwright viene a decir casi lo mismo del proyecto de un tal Jamie Fobert (antiguo colaborador de Chipperfield), al que se une una residencia de ancianos levantada justo al lado y financiada con ayuda de la galería de arte, que "colisiona con el museo como si fuera un bloque de la Costa del Sol". Rowan Moore, más positivo, comenta del edificio que es "casi bonito" por fuera. Ambos alaban su interior, con una impresionante sala de 500 metros cuadrados sin una sola columna. La verdad es que traigo el modesto proyecto un poco por tirarme el rollo safari sentimental porque conozco St Ives. Es una preciosa localidad costera en la que han encontrado refugio una extensa comunidad de artistas (algo que es evidente al pasear por sus pintorescas calles) y tiene unas recoletas playas en las que casi te puedes bañar como si estuvieras en el Mediterráneo (es la zona más soleada de Inglaterra), o por lo menos así la recuerdo. Pero lo más curioso es que aquí se encuentra el faro (de nombre Godrevy) que inspiró a Virgina Woolf para escribir To the Lighthouse, aunque ella lo sitúa en la otra punta de la Gran Bretaña, en Escocia. Woolf lo visitó en 1892, y así aparece en el libro de firmas de rigor. Algo antes de mi viaje por el West Country había leído la novela, que me costó un año terminar. Plomiza por momentos (prácticamente no pasa nada, es una serie de descripciones detalladas de pensamientos de la protagonista, stream of consciousness lo llaman), a punto estuve de colgar la lectura varias veces, pero finalmente conseguí acabarla y la verdad es que al final me gustó, no sé si porque le cogí el punto o por un Síndrome de Estocolmo de narices. Marchando mi cita favorita del libro: "What is the meaning of life? That was all, a simple question; one that tended to close in on one with years, the great revelation had never come. The great revelation perhaps never did come. Instead, there were little daily miracles, illuminations, matches struck unexpectedly in the dark". 

Hablando de patrias  y del sentido de la vida ayer se estrenaba Blade Runner 2049. Blade Runner fue mi patria durante unos cuantos años, su banda sonora aún lo es. Por eso no acabo de decidirme a verla. Quizá (la música seguro) me vaya a decepcionar y me acabe desgraciando el mito. Y siguiendo con las patrias a vueltas solo decir que da pánico contemplar estos días tanto odio visceral. El ser humano siempre necesitando de un contrario para reafirmar su identidad, ante el que sentirse superior, del que mofarse, al que aniquilar. Cuando nos sale la tribu apaga y vámonos.

Y el último texto que nos ha tocado a fondo esta semana ha sido el de Fernández-Galiano en el último AV (La enfermedad geométrica), dedicado a los chilenos Pezo von Ellrichschausen, arquitectos minimalistas, rectilíneos y miesianos (no en vano han dado clase en el ITT y vivido en los apartamentos Lake Shore Drive de Chicago). En un texto en el que se aúnan a cascoporro contrarios de todo tipo, se nos ofrece alguna de esas cerillas encendidas inesperadamente en la oscuridad que decía Woolf: "Ensimismados en nuestros juegos serios, perseguimos crear especies de espacios cuya exactitud abstracta los protege de los vendavales del mundo, y en ocasiones el mundo irrumpe en ellos con la violencia vigorosa de la vida. Este empeño testarudo en la exacerbación sintáctica y sistémica es una enfermedad lírica y literaria, pero no por ello menos virulenta. Multiplicamos las reglas arbitrarias para hallar la libertad que proviene del rigor y la disciplina, y ese paisaje exigente suministra a la vez ritmo musical y sedación analgésica". Con esa aparente facilidad que tiene don Luis para acercar opuestos, le mandaba yo de mediador al laberinto catalán. Más faros, por favor.

domingo, 1 de octubre de 2017

La eternidad del presente



"Sumirse contemplativamente en lo bello, cuando el querer se retira y el sí mismo se retrae, engendra un estado en el que, por así decirlo, el tiempo se queda quieto. La ausencia de querer y de interés detiene el tiempo, incluso lo aplaca. Esta quietud es lo que distingue a la visión estética de la percepción meramente sensible. En presencia de lo bello, el ver ha llegado a su destino. Ya no es empujado ni arrastrado hacia adelante. Esta llegada es esencial para lo bello. La "eternidad del presente" que se alcanza en un demorarse en el que el transcurso temporal queda superado, se refiere a lo distinto: la "eternidad del presente" es la presencia de lo otro (...). Siendo lo enteramente distinto, lo bello cancela el poder del tiempo.  (...)

Lo bello no es un brillo momentáneo, sino seguir alumbrando en silencio. Su preferencia consiste en ese reservarse. Los estímulos y los logros inmediatos obturan el acceso a lo bello. (...) Largo y despacioso es el paso de lo bello. A la belleza no se la encuentra en un contacto inmediato. Más bien acontece como reencuentro y reconocimiento" (Byung Chul-Han, La salvación de lo bello).

No te pierdas el video Reflejos de Fernando Ayuso.