miércoles, 5 de enero de 2011

Los sueños virtuales del arquitecto cineasta



Por el traje de luces que calzan los de la foto bien podríamos pensar que se trata de improbables toreros del futuro, pero, no lector. Es la actualización enriquecida de Tron, aquella antediluviana peli que pocos vimos y aún menos entendieron pero que fue convirtiéndose en objeto de culto para nerds gafapasta amantes de la ciencia-ficción y que contaba la historia de un hombre prisionero en un videojuego diseñado por él mismo que acaba lógicamente algo tronado. Más un tour de force visual que otra cosa según las críticas, Tron: Legacy supondrá para muchos como el que suscribe un safari sentimental, una vuelta a aquel lejano 82 en el que empezábamos la universidad y dejábamos para siempre el entorno cálido y cómodo del cole: vamos que nos hacíamos adultos sin remedio, así que tendré que verla (por ahora sólo tengo la banda sonora de Daft Punk: un mix de la BSO de Alejandro Magno de Vangelis y El Quinto Elemento de Serra). Pensarás que esta entrada deriva en caída libre a lo que los ingleses llaman Off-Topic (vamos, que está cogida por los pelos), pero lee esta cita de la magistral crítica sobre la película en El País: "Sería injusto no valorar el eficaz tuneo de la escena original del combate de gladiadores -que ahora se desarrolla en el interior de un estadio flotante, que parece el sueño húmedo de algún miembro del actual star-system arquitectónico-...", y es que resulta que su director, Joseph Kosinsky, es arquitecto. Y dónde mejor que el cine de ciencia-ficción para llevar a la práctica esos sueños arquitectónicos imposibles. Más conexiones arquitectónicas: acabo de descubrir la entrada que en el blog Arquitectura+Historia se dedica a la película: su autor, arquitecto y docente del ramo, encuentra influencias de Mies, los Eames y Starck en la casa del protagonista, léela aquí.

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