sábado, 2 de octubre de 2010

Fuller, Dalí, Pérez Piñero



El otro día estaba echando un vistazo a unas fotos de un viaje por Cataluña y me encontré con la cúpula geodésica del Teatro-museo Dalí de Figueres. Teniendo reciente la exposición en Ivorypress sobre Richard Buckminster Fuller, el inventor de dichas cúpulas, decidí hacer trabajar a Google y descubrir quién estaba detrás. Pues bien, resulta que Dalí era admirador del inventor estadounidense y mandó construir la estructura a imagen y semejanza de sus cúpulas. Ambos llegaron a conocerse personalmente en una de las habituales estancias del catalán y Gala en el Hotel St Regis de Nueva York. Para la construcción de la cúpula, Antonio Cámara, arquitecto supervisor de las obras del museo de Figueres, puso en contacto allá por 1968 a Dalí con Emilio Pérez Piñero, un brillante arquitecto experto en este tipo de construcciones y que ya antes de acabar la carrera, siete años atrás, había recibido el Premio de la Unión de Arquitectos en Londres por un proyecto de teatro desplegable. En el jurado, de nuevo Fuller y el que se convertiría en gran amigo y colaborador, el mexicano Félix Candela (otro experimentador de cubiertas imposibles, que con el tiempo se convertiría también en mentor de Calatrava con el que realizó su última obra, el Oceanogràfic en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia). Dalí quedó entusiasmado con la cúpula proyectada por Pérez Piñero, quien también diseñó otras estructuras desplegables (su especialidad) para el museo que no llegaron a realizarse. Decir también que por aquel entonces hasta la NASA se había interesado por el arquitecto de origen murciano (aunque nacido en Valencia sus raíces estaban en el municipio de Calasparra, donde tenía su estudio-taller) para diseñar una cúpula con la que cubrir un cráter en la Luna que sirviera de invernadero. Estamos ya en el 72, con la cúpula del museo de Dalí diseñada en todos sus detalles. Pérez Piñero regresa desde Figueres a Calasparra en su automóvil cuando tiene un fatal accidente. Su hermano Jose María, ingeniero, concluye su construcción, convirtiendo la cúpula en un póstumo homenaje a su hermano. Otro proyecto que su prematura muerte dejó inconcluso fue la cubierta para el velódromo de Anoeta en San Sebastián, realizado junto a Candela. Piñero, que podría haberse convertido en un arquitecto de renombre internacional, es recordado en Calasparra, donde tiene una fundación y un pequeño museo. Un instituto,que incorpora réplicas de sus cúpulas, lleva su nombre al igual que una plaza en la que, como una nave espacial recién aterrizada, descansa una de sus cúpulas.



Terminamos donde empezamos, en la cúpula del Museo de Dalí en Figueres. El estudio HOK y Beck Group la han replicado para el museo dedicado a Dalí que ultiman en St Petersburg (Florida). La cúpula se desparrama por el edificio como si fuera líquida, en un homenaje a las típicas formas blandas del maestro surrealista.

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