viernes, 11 de mayo de 2012

El arquitecto reparador



"Autor del Museo de Arte Romano de Mérida (1986), de la ampliación de la Estación de Atocha (1992) y de la ampliación del Museo del Prado (2007), está claro que Moneo ha sido un arquitecto eminentemente reparador. Un proyectista que ha buscado más contribuir a la coherencia de la ciudad que aportar una expresión personal. Por inclinación, por capacidad o por decisión, sus intervenciones han ido siempre a favor del contexto. (...)
Más cartesiano y culto que creativo, optó por ejercer la cautela y fue fiel a su naturaleza decorosa y concienzuda cuando tantos edificios comenzaron a fragmentarse y a romper su perímetro con formas escultóricas. En ese momento, el único premio Pritzker español (1996) fue prudente. (...)
El arquitecto favorito de Rafael Moneo es el danés Jorn Utzon, el fallecido autor de la Ópera de Sidney, con el que trabajó durante un año. Es también significativo que lo que más le gusta a Moneo de ese edificio gestual y osado, en los antípodas de su discreta manera de proceder no sea su espectacular vuelo ni su fuerza icónica sino su inesperada implantación frente a la bahía. Y es ahí, en esa manera de posarse, donde el edificio australiano apuesta por relacionarse con el contexto, lo que permite que con el Kursaal de San Sebastián Moneo rinda homenaje a su maestro". (Anatxu Zabalbeascoa, Moneo: "cuando creía pasado mi turno, reconocen mi trabajo", en El País. La magnífica foto es de Gorka Lejarcegi).

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