domingo, 19 de febrero de 2012

Cyborgs vs flâneurs


"El automatismo detectado premonitoriamente por Poe [en El hombre de la multitud] forma parte ya, sin duda, de nuestra condición contemporánea. El autómata moderno, sin embargo, no es como aquellos originarios y sofisticados muñecos mecánicos -capricci que jugaban al ajedrez o tocaban impecablemente la pianola- sino que se parece más a los inquietantes seres, casi indistinguibles de los humanos, que desde E.T.A.Hoffmann pueblan la literatura de la ciencia-ficción. El autómata urbano remeda el comportamiento de sus congéneres porque es incapaz de metabolizar el shock nervioso que supone la aceleración de la ciudad moderna y acaba deviniendo en verdadero cyborg en el que la carnalidad concreta se anima con la personalidad genérica del hombre masa. El autómata, por tanto, es un sujeto fracasado, incapaz de hallar en la anomalía urbana un hueco para su individualidad(...).
La actividad del flâneur es la alternativa a ese aprendizaje pasivo, incapaz ya de hacer frente a los peligros que las ciudades aceleradas y genéricas suponen para la conservación de la individualidad humana. El flâneur de Benjamin, igual que los personajes de Houllebecq que se desplazan alegremente de no-lugar en no-lugar, busca su identidad en la multitud y sólo en ella halla su sentido. "La mejor manera de estar solo es estar acompañado": esta máxima transforma de manera inmediata la percepción de nuestro entorno inmediato de tal modo que la ciudad puede dejar de ser un leviatán devorador para para mostrarse como un apasionante e intrincado laberinto. De ahí el reto para el hombre moderno, que guardando en sí la huella del constructor Dédalo, debe comportarse ahora como Teseo, liberando a las víctimas de la temible construcción erigida previamente por él.(...) Al convertir así al shock en una vivencia, el flâneur esquiva la clónica condición del autómata y se reafirma en su singularidad". (Eduardo Prieto, La arquitectura de la ciudad global").

La foto es de Moby, famoso como músico pero no tanto como fotógrafo (ya hablamos de él), quien acaba de crear un blog sobre la arquitectura en Los Angeles. Armado con su cámara, Moby es el perfecto flâneur que señala Prieto (arquitecto y filósofo), mostrando lugares anónimos de una ciudad que el músico describe como extraña pero bella, en la que los estilos más bizarros se mezclan sin el más mínimo rubor y donde el azar crea contrastes impactantes. Sus comentarios sobre las fotos son tan interesantes como las imágenes, con un estilo chispeante difícil de traducir. Sobre los apartamentos de la foto dice: "de una manera rara y subjetiva, me encantan estos extraños y feos bloques de apartamentos. en parte por su estética rectilínea en forma de caja y absolutamente decrépita. pero más aún por su narrativa implícita (si alguna vez quieres sonar realmente pretencioso, basta con que digas "narrativa implícita" en un cóctel. la gente te tirará literal o figurativamente basura a la cara)".


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