viernes, 24 de febrero de 2012

Sobre Mansilla


"Se le veía contento. Disfrutó de muchas de las cosas que la arquitectura puede dar. Era una persona sofisticada en la elección de todo aquello que lo rodeaba, sofisticación que trasladaba al tono que quería para su arquitectura. A pesar de la madurez de su trabajo, no había perdido la condición juvenil, casi de estudiante, que llegaba a ser grácil, de una frescura adolescente. Seguramente Luis Mansilla ha estado muy atento al trabajo de su mujer, la pintora Carmen Pinart, con quien compartía una sensibilidad común. Estaba contento con sus hijas. Se puede decir que tuvo una vida plena. Pero también que le hubiera apetecido hacer muchas otras cosas. También a nosotros que las hubiera hecho" (Rafael Moneo). Artículo completo.

"Amante de su familia, de la arquitectura y de la vida, Luis bebía el mundo a sorbos, respiraba el humo de la invención y alimentaba su pupila codiciosa con intuiciones deslumbrantes. De su tiempo en la Academia de España en Roma —donde por cierto conoció a la que sería su mujer, también pensionada allí— quedó quizá la costumbre de interpretar los objetos, los paisajes y las gentes a través del dibujo, y en sus trazos latía con fuerza una pulsión poética y una profundidad lírica que parecían ajenas a su figura menuda y pelirroja, siempre atenta y bondadosa, a veces ensimismada, y sin embargo ardiendo sin pausa con un fuego interior de zarza que se consume en la pupila". (Luis Fernández-Galiano). Artículo completo.

"Todo lo profesional: edificios, diseños, textos, clases, conferencias o el fanzine Circo, lo compartía Mansilla con Emilio Tuñón. Se hace difícil hablar de Mansilla en solitario. Tras 25 años como profesor sostenía hace poco que la indignación del 15-M se venía gestando en la Escuela de Arquitectura desde hacía 10 años. También que "el modelo de entender la arquitectura con una participación más cercana nos lo han enseñado los alumnos".´ (Anatxu Zabalbeascoa). Artículo.

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