viernes, 15 de julio de 2011

Lestrigones




Descubro en el blog de Anatxu Zabalbeascoa este espectacular mirador de Miralles (no podía ser de otro) que está nada menos que en Japón. En una interesante entrada dedicada a diferentes miradores en todo el mundo la crítica de El País nos hace reflexionar sobre el sentido profundo de los miradores y el tema muy oportuno del viaje: "La idea es la de siempre: detenerse un momento y preguntarse si lo importante es llegar". La referencia es clara, el bellísimo poema de Kavafis Itaca. Supongo que lo conoceis (¿habeis oído la versión en inglés leída por Sean Connery con música de Vangelis?), pero nunca está de más recordarlo:

Si vas a emprender el viaje hacia Itaca,
pide que tu camino sea largo,

rico en experiencias, en conocimiento.

A Lestrigones y a Cíclopes,

al airado Poseidón nunca temas,
no hallarás tales seres en tu ruta

si alto es tu pensamiento y limpia
la emoción de tu espíritu y tu cuerpo.
A Lestrigones ni a Cíclopes,

ni a fiero Poseidón hallarás nunca,

si no los llevas dentro de tu alma,
si no es tu alma quien ante ti los pone.
Pide que tu camino sea largo.

Que numerosas sean las mañanas de verano
en que con placer,
felizmente
arribes a bahías nunca vistas;
detente en los emporios de Fenicia

y adquiere hermosas mercancías,

madreperla y coral, y ámbar y ébano,

perfumes deliciosos y diversos,

cuanto puedas invierte en voluptuosos y delicados perfumes;

visita muchas ciudades de Egipto
y con avidez aprende de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en la memoria.

Llegar allí es tu meta.

Mas no apresures el viaje.

Mejor que se extienda largos años;

y en tu vejez arribes a la isla
con cuanto hayas ganado en el camino,
sin esperar que Itaca te enriquezca.

Itaca te regaló un hermoso viaje.
Sin ella el camino no hubieras emprendido.
Mas ninguna otra cosa puede darte.

Aunque pobre la encuentres, no te engañará Itaca.

Rico en saber y en vida, como has vuelto,

comprendes ya qué significan las Itacas.

El mirador japonés, tan amenazador, nos remite también a uno de esos míticos lestrigones, gigantes antropófagos que atacaron a Ulises (aquí en su versión galáctica), en plena furia destructora...

No hay comentarios:

Publicar un comentario