lunes, 20 de abril de 2009

Oslo


Juan Herreros ha ganado el concurso para un museo dedicado a Edvard Munch en Oslo. Ya existía un moderno museo dedicado al autor de "El grito" pero el proyectado por Herreros es más grande y esperamos también más seguro ("El grito" sufrió un rocambolesco robo en dicho museo). La torre semiinclinada es un diseño que nos recuerda demasiado a su torre Woermann (junto a Iñaki Ábalos) en las antípodas europeas de Oslo, Las Palmas. En fin, quizás los noruegos precisamente lo que querían era un recuerdo en sus gélidas tierras de sus cálidas vacaciones en las islas afortunadas.


































El proyecto se une a la remodelación del frente marítimo de la ciudad que ya ha recibido un notable impulso con la sorprendente Teatro de la Ópera de Snøhetta,























quienes también por cierto vuelven a recurrir a su "fachada-rampa" tal y como hicieron en su nueva Biblioteca de Alejandría, otro soberbio diseño:






















Todo este proyecto dará un nuevo aire a la ciudad, dominada hasta hace muy poco por el masivo y austero volumen del ayuntamiento (Arneberg y Poulsson, 1950) con las formas cuadradas y construcción en ladrillo típicas de los edificios administrativos escandinavos (a menudo nos preguntamos si el famoso "cubo" de Moneo y su afición al ladrillo no provendrán de su estancia por aquellos lares mientras trabajaba en el estudio de Utzon...)



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