domingo, 19 de abril de 2009

Gandiaga Topagunea

















Miguel A.Alonso del Val y Rufino Hernández Minguillón son los autores de esta sobria, valiente y contundente construcción que parece estar totalmente descontextualizada en un bello entorno de rocosas montañas y el monasterio de Arantzazu en Guipúzcoa, obra clave del arte vasco en la que unieron fuerzas Sáenz de Oiza como arquitecto, Oteiza y Chillida como escultores (suyas son las esculturas de los doce apóstoles en la fachada y las puertas de entrada respectivamente) y Néstor Barrenetexa como pintor de las paredes de la cripta,sin olvidar el magnífico retablo de Lucio Muñoz. Es curioso observar el enorme contraste entre ambas construcciones, que se llevan cincuenta años, en color, material y textura (lisa el Gandiaga Topagunea frente a la erizada piel de Arantzazu en referencia a la creencia de que la imagen de la virgen que aquí se venera se encontró en un espino).

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