domingo, 7 de febrero de 2021

Madrid, donde no se pondrá el sol

 


Madrid, donde no se pone el sol fue el lema del proyecto de Mansilla y Tuñón junto a Peralta del Amo que ganó el concurso de ideas para levantar un centro de convenciones junto a las cuatro torres de la Castellana. El diseño, verdaderamente impresionante, consistía en un enorme disco que, apoyado en su canto, pugnaba por ir de la capital al cielo junto a sus compañeras aunque se quedaba a mitad de camino que ellas (120 metros); sin duda habría sido el icono definitivo de la ciudad. Su lema, imperial y prepotente, propio de tiempos de vacas orondas y arquitectura espectáculo, aludía al hecho de que incluso por la noche, el enorme disco iluminado ejercería de sol replicante de una ciudad que ansiaba subir puestos en el competido ránking del turismo de congresos. Pero dicho sol nunca llegó siquiera a salir por mor de la aguda crisis financiera de 2008 que estallaría tan solo un año después de que el proyecto resultara vencedor. Hoy del proyecto no queda ya casi ni la memoria. Acaso el edificio Vela del complejo BBVA en Las Tablas a cargo de Herzog y de Meuron fuera homenaje/plagio al fabuloso disco que ya nunca tendremos (la primera entrada de este tu blog se refería a esa sospechosa coincidencia de diseños), aunque el edificio de los suizos -a lo mejor para disimular- no forma una circunferencia perfecta (discoide lo llama Moneo). 

Pero parece que Madrid va a tener una segunda oportunidad de poner en práctica el lema que inventaran Mansilla y Tuñón (ya hay fecha por cierto para la esperada apertura de su museo de Colecciones Reales: 2022). Resulta que la propuesta ganadora para renovar Azca (sí, al final ha sido la de Diller, Scofidio+Renfro junto a Fermín Vázquez y su estudio b720) va a incorporar un heliostato con espejos que en invierno reflejarán la luz del sol hacia lo más sombrío de la "gran pradera verde" en que van a convertirse los espacios duros que ahora conectan los diferentes edificios del complejo. Y aún hay más, en verano, cuando estemos en plena canícula, habrá una especie de umbráculo móvil en forma de (otro) disco (el Solar Tracking Disk) que irá desplazándose por el aire cual OVNI movido por cables, es lo que DS+R llaman la Solar Symphony. Estos juguetes kinéticos nos recuerdan a The Shed y a Calatrava, confiemos no acaben como su cercana columna-obelisco de la Plaza de Castilla, cubierta por "costillas" diseñadas para bascular gracias a un complejo mecanismo que apenas se pone en funcionamiento por lo costoso que resulta. Por lo demás, dicha "alfombra urbana" incorporará cursos de agua, un auditorio, cafeterías, biblioteca, huertos urbanos y demás atractivos equipamientos. Rénders y videos aquí

En fin, seamos postivos. Parece el proyecto más original y trabajado de los presentados al concurso dirigido por Martha Thorne y Édgar González (al que todos recordamos por su veterano blog), y es indudable la necesidad de convertir un espacio hasta ahora regido por el principio de actuación (los negocios, la productividad, la creación de riqueza) por otro regido por el principio de realidad (que abarca otros muchos factores que inciden, afortunadamente, en nuestras vidas), como señala Marcuse en El hombre unidimensional. Es precisamente esa ciudad multidimensional la que Izaskun Chinchilla defiende en La ciudad de los cuidados, donde podemos hallar citas tan reveladoras como esta: "Si el mercado ha vuelto a los hombres unidimensionales porque encamina la comprensión de la realidad a la satisfacción de la acción mercantil, las mujeres han mantenido su comprensión multidimensional de la realidad, en parte porque muchas de las cosas que se les encomiendan se regalan, se dan sin valor de mercado. No solo cuidamos a las y los demás sin esperar compensación  económica , sino que lo hacemos o esperamos hacerlo sin la vigilancia de una regulación institucional. (...) Para mí, no cabe ninguna duda de que una de las cosas que nos ha preservado de que el principio de actuación rija completamente sobre nuestro entendimiento es que seguimos siendo, en gran medida, las encargadas de los cuidados. En el mundo de los cuidados, las caricias, los miedos, el cuerpo, las sensaciones físicas y los fantasmas de cosas que no son prácticas para el mundo laboral, pero nos aterran o animan, constituyen en realidad la base de nuestras formas de socialización y el principio de nuestras relaciones más significativas". Chinchilla defiende la creación de píxeles de naturaleza en la ciudad que sirvan de lúdica válvula de escape: "Hagamos algunas cuentas: nuestros niños y niñas tienen unos 190 días sin colegio al año, de los cuales unos 104 suelen coincidir con fines de semana. Esto implica que hay 86 días al año que no son fines de semana y en los que las y los niños no van al colegio. ¿Están nuestras ciudades tan preparadas para esta situación como lo están para para celebrar importantes congresos de dos o tres días de duración, recibir a mandatarios internacionales o celebrar el Día de las Fuerzas Armadas? ¿Emplean nuestras ciudades muchos más recursos en estos últimos eventos citados que en promocionar el desarrollo integral en la infancia y el bienestar de las y los cuidadores? ¿Genera esto un modelo social? ¿Somos conscientes de haberlo elegido?". 

No hemos elegido la actuación de Renazca que, no nos llamemos a engaño, busca la revitalización de una zona de negocios que va a quedar oscurecida por el macroproyecto de Castellana Norte, pero al menos Elizabeth Diller y sus socios van a ofrecer a la ciudad un atractivo espacio de ocio donde descansar de los tráfagos y fatigas diarios. Bienvenido sea. 

1 comentario: