domingo, 18 de noviembre de 2018

Amores que matan

Mies, decorando el shed.

"Limpieza
Yo no respeto a Mies, amo a Mies.
He estudiado a Mies, excavado a Mies, reensamblado a Mies. He incluso limpiado a Mies.

Como no reverencio a Mies, estoy peleado con sus admiradores. (...) 

Lealtad
¿Es lícito matar?
Mies necesita ser protegido de sus defensores.
En 1986, el Pabellón de Barcelona se reconstruyó en colores. Con esta resurrección, se mató su aura. (En la historia de la arquitectura el edificio permanece en un terco blanco y negro.)
La mitad de los años ochenta coincidió con la apoteosis inicial de la economía de mercado.
¿Es esto una coincidencia? ¿Ha sido utilizado Mies dentro del marketing de la ciudad?
Una utilización que ha ido desde el homenaje hasta la ofensa, en nombre de la memoria y el respeto.
En la economía de mercado, el shopping es lo que sustenta el ámbito de lo urbano. Una gran parte del Pabellón es actualmente una tienda de recuerdos. (...)


Proximidad
En todas mis visitas a Chicago, sólo aprendí una cosa nueva sobre los miesianos, o más bien dos.
Una, Mies recibió una vez una carta de Hugh Hefner pidiéndole que le hiciera la sede de Playboy –Mies dijo que no, por razones que ya no son conocidas.
Dos. El taller de maquetas de Mies tuvo, durante los años cincuenta y sesenta, vistas (ampliamente explotadas) sobre los estudios fotográficos de la revista Playboy–, la arquitectura de Mies y la primera generación de playmates se fabricaron conjuntamente en una voyeurística proximidad. 
Es exactamente ese tipo de proximidad la que proponemos para el Centro de Estudiantes y el Commons, y es la que los miesianos quieren deshacer". (Rem Koolhaas, Miestakes, artículo publicado en a+t en 2008). 





"'El asesino del rey es un rey', dice el profeta Tiresias en Edipo Rey. La lista de los arquitectos que querrían ser reyes es larga. Bertrand Goldberg con Marina City, Robert Venturi con su "cobertizo decorado", y Helmut Jahn con su Thompson Center, por nombrar solo a unos pocos, todos querían liberarnos de la caja miesiana pero fracasaron al tratar de aplastar su dominio. 

Ahora viene el arquitecto holandés Rem Koolhaas, cuyo nuevo McCormick Tribune Campus Center en el campus del Instituto Tecnológico de Illinois, el primer edificio que construye en los Estados Unidos, será inaugurado el 30 de septiembre [de 2003]. (...) El centro de Koolhaas es al mismo tiempo homenaje y ataque, un apasionado abrazo con propósito criminal. ¿Tendrá éxito donde otros han fallado? ¿Será él quien finalmente entierre a Mies y cree, como hizo Mies, una arquitectura que sea la verdadera expresión de su tiempo? (...)

Koolhaas rechaza la firme creencia de Mies según la cual la arquitectura surge de la razón y el orden. Durante la conferencia de febrero de 1998 llamó al público "a aceptar el carácter chapucero del mundo y de alguna manera convertirlo en una cultura", alegando que la época en la que Mies construía las torres de Lake Shore Drive 860-880 era un tiempo "de extrema inocencia, cuando se podía hacer feliz a la gente con relativamente poco. Necesitamos más complejidad ahora y creo que es lo que nuestro diseño aporta".(...)

Por lo que se refiere al centro universitario, para Koolhaas más es más, y un montón más es aún mejor. 

Mucho del dramatismo del edificio proviene del hecho de que está dotado de una asombrosa variedad de niveles, alturas de techo, materiales y acabados en su única planta. "La gente dice que en el interior te vas a sentir como si estuvieras en una máquina de pinball", comenta la arquitecta decana Donna Robertson, "pero los estudiantes de 18 años en realidad tienen una forma diferente de relacionarse con el mundo que la que tenemos usted o yo. Están acostumbrados a responder a múltiples capas de información, y su nivel de respuesta es increiblemente rápido. Lo pillan en seguida, y les encanta. Jeanne Gang, que estudió y trabajó con Koolhaas y cuya empresa es uno de los contratistas del proyecto, señala que hay un interés en crear las condiciones que darán lugar a una actividad caótica entendida como algo divertido en lugar de tratar de controlar y separar las funciones". (...)

La obra de Mies gira en torno a la reducción y la sustracción, la de Koolhaas en torno a la adición y la multiplicación. Un edificio de Mies es como una cantata de Bach, perfecta y cristalina. Un edificio de Koolhaas es como una sinfonía de Mahler, un intento de capturar la complejidad del mundo en un solo trabajo". (Lynn Becker, Oedipus Rem, artículo publicado en 2003). 


La ciudad instantánea  según Archigram, 1970




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