domingo, 23 de octubre de 2011

Foster según Fernández-Galiano



El martes pasado asistí a la conferencia que sobre Norman Foster dio Luis Fernández-Galiano en la Fundación Juan March en Madrid. Llegué media hora antes (aparqué milagrosamente en la puerta) pero para mi sorpresa apenas quedaban ya sitios en las dos últimas filas del amplio auditorio de la institución. La arquitectura, o al menos el arquitecto en cuestión y el ponente, ambos estrellas en sus respectivos campos (creación y crítica), siguen generando expectación.
Más sorpresas. Esperaba una típica conferencia estática, quizá porque es lo habitual en este formato, y me encuentro con una presentación al más puro estilo Steve Jobs: Fernández-Galiano sin parar de moverse en el escenario, un sinfín de imágenes proyectadas y ausencia de notas o textos (muy de agardecer, qué harto estoy de powerpoints). Aprecié también la voluntad de hacer una presentación ambiciosa a pesar de estar dirigida a un público en su mayoría mainstream como yo mismo, simples aficionados. Fernández-Galiano presentó numerosos proyectos, introdujo jugosos datos y anécdotas y, al contrario de otros lánguidos conferenciantes que parecen dejar que los minutos pasen sin pena ni gloria hasta la hora pactada, el catedrático y editor hizo un atlético combate contra el tiempo para insertar la mayor cantidad de información posible. Anoté varios datos que desconocía y me parecieron realmente interesantes, a ver si a tí te suenan:
El mago de los lápices. Fue la obsesión de Foster por el dibujo la que le llevó a la arquitectura (su primer trabajo en un despacho de arquitectura fue como contable y se llevaba planos y proyectos para copiarlos en su tiempo libre).
Genios incipientes. Kubrick rodó escenas de La naranja mecánica en uno de los primeros apartamentos diseñados por Foster cuando estaba en el Team 4.
Juntos y revueltos. Una de sus primeras oficinas (ya desaparecidas) para una fábrica escandinava en los muelles londinenses incluía una novedosa disposición que permitía la mezcla entre administrativos y operarios, tradicionalmente separados, concepto que repetiría en las oficinas Willis Faber al poner al mismo nivel trabajo y ocio (algo hoy en día más habitual), o en el pabellón que diseñó para la universidad de East Anglia donde puso enseñanza y arte mezclados bajo el mismo techo. Este concepto mestizo y a la vez profundamente innovador de hacer edificios "partiendo de cero" caracterizaba su arquitectura aquellos años en los que su carrera sin embargo aún no acababa de despegar.
Hueso y piel. Su gran oportunidad llegó con el famoso Hong Kong and Shanghai Bank, su mejor edificio según Galiano, en el que se observa la influencia del Pompidou al sacar el hueso (la estructura) del edificio al exterior. Sorprende la valentía de los clientes, que encomiendan un rascacielos a un arquitecto que lo máximo que habia levantado hasta la fecha eran 3 plantas.
Revolución en el aeropuerto. Con Stansted, Foster revoluciona el diseño de los aeropuertos, colocando abajo las máquinas y arriba una cubierta ligera que permitía el paso de la luz, justo al contrario de lo que se solía hacer.
Amor en Barcelona. Foster conoció a nuestra Elena Ochoa en Barcelona, en la entrega de un premio a la torre de Collserola (en la foto). Allí celebró junto a ella su 60 cumpleaños.
La memoria histórica. Quizá el proyecto más delicado del lord arquitecto haya sido la rehabilitación del Reichstag. Es de sobra conocida su cúpula transparente, mandando un mensaje de transparencia y vigilancia democrática de la labor de los políticos (la cúpula se sitúa justo encima del hemiciclo parlamentario y es visible desde la misma). Foster pidió permiso al parlamento para mantener los graffitis soviéticos que había en el edificio, que incluían no pocos insultos contra los alemanes. No consiguió sin embargo cambiar el diseño del águila federal presente en la asamblea (la "gallina gorda"), pretendía hacerla más estilizada y militar, algo que traía malos recuerdos a los alemanes.

Quedan dos conferencias más del ciclo de cuatro impartido por Fernández-Galiano: Herzog y de Meuron y SANAA. Si tienes la suerte de disponer de tiempo, no te las pierdas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario