miércoles, 10 de agosto de 2011

Creando tu lugar en el mundo



Esta casa está situada en mitad del desierto de Nevada, no muy lejos del Valle de la Muerte. No tiene aire acondicionado ni piscina. El vecino más cercano está a 12 kilómetros. ¿Quién querría construirse una casa aquí? Pues una pareja de italianos, Fabrizio y Simona, enamorada de los desiertos, que tenían una deuda my especial con el Death Valley. El padre de Simona fue técnico electricista en Zabriskie Point, la película de Antonioni rodada allí y le marcó hasta tal punto que sus últimas palabras antes de morir tras sufrir Alzeimer durante trece años fueron precisamente el título de la película. Su hija y esposo acudieron al valle como último homenaje al padre y suegro y allí empezó su idilio con este desierto. Años después acudieron a él también para solventar una crisis matrimonial. Este lugar les eligió. El premio tras días de insoportable calor en mitad de la nada son noches estrelladas como en ningún otro lugar puden verse. El arquitecto es Peter Strezbniok, alemán con estudio en San Francisco. Historia completa.

Fabrizio y Simona encontraron su lugar en el mundo, un pequeño oasis de orden en el caos que da más sentido a sus vidas. Acabo con una cita de Deyan Sudjic en La arquitectura del poder:"Este es un universo donde, aunque no nos guste, todos, incluso los más poderosos, tenemos que enfrentarnos a la posibilidad implacable de que podemos dejar de existir en cualquier momento.(...) Nuestra caída en el olvido podría resultar de algo tan insignificante como la intervención aleatoria, arbitraria e impasible de un asteroide errante, o una erupción volcánica, o la aparición de un bacilo desconocido o de un virus (...). Frente a un panorama tan desolador, la arquitectura ofrece la posibilidad de un breve paréntesis de lucidez. Por mediación de ella, lo lógico, lo ordenado y lo significativo se presenta como una opción, aun cuando el futuro del propio mundo esté en manos de lo aleatorio, lo arbitrario y lo absurdo (...). La arquitectura es un medio que nos da la oportunidad de olvidar la precariedad de nuestra situación por un momento, de crear al menos la ilusión de que hay un significado cuando la comparamos con nuestra propia lógica interna y encontramos cierto sentido de correspondencia y previsibilidad. No puede, claro está, imponer orden en un universo sin orden, pero en sus propios términos la arquitectura sí ofrece la posibilidad de darnos un breve respiro de lo aleatorio. La arquitectura puede dar un punto de referencia que nos permite medir nuestro lugar en el mundo".

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