martes, 29 de octubre de 2024

Hermano arquitecto

 


Descubrí a Cesare Cattaneo estando ya en Como gracias a una curiosa escultura en una rotonda que me llamó la atención (la magnífica foto es de Maurizio Moro). La escultura en cuestión, casi una pieza de land art, es en realidad una fuente, la Fontana di Camerlata por el nombre de la plaza para la que fue diseñada, y fue un trabajo de Cattaneo junto al artista abstracto Mario Radice, ambos pertenecientes al Gruppo di Como que como decíamos reunía a arquitectos como Terragni y artistas de la zona en el caffé Rebecchi, donde los proyectos y obras de unos y otros se discutían con pasión moderna. Alberto Sartoris, líder del grupo curtido en aventuras artísticas y arquitectónicas (fue miembro de Ciercle et Carré junto a Léger, Mondrian y Kandinsky y uno de los fundadores del CIAM en 1928), organizaría en 1936 una exposición en la magnífica Villa Olmo en la que expondrían los artistas abstractos más importantes del momento en Italia, Radice entre ellos (recordemos que Eisenman descubriría la obra de Terragni gracias a un libro de Sartoris que le facilitó Colin Rowe St John). Volviendo a la plaza Camerlata, Cattaneo y Radice quisieron hacer un homenaje al tráfico rodado, ese que ha dado fama al país que fabrica los coches más bellos del mundo, aunque el plácido orden que invoca tiene poco que ver con la caótica e impetuosa realidad del conductor italiano (aquí el tópico es real). Hasta 1962 no llegó a construirse la fontana en el emplazamiento para el que fue diseñada, pero se realizó una réplica a escala 1:1 para la VI Trienal de Milán de 1936 que se emplazó cerca del muy contundente Castillo Sforzesco. Radice, por cierto, colaboraría también con Terragni componiendo varios murales para el interior de la Casa del Fascio hoy desaparecidos. El artista compara el carácter de ambos arquitectos en su Ritratto de Giuseppe Terragni: "No he conocido a nadie, salvo Terragni (y también Cattaneo) que renunciara a vivir como nosotros vivíamos, completamente ajenos al mundo del ocio, de los divertimentos, del deporte, de los viajes, de las vacaciones, del descanso. Pensaban, hablaban, solo de arte".

Cattaneo, más joven que Terragni, no coincidió con él en el Politécnico de Milán donde ambos estudiaron y donde por cierto cursaría también estudios de arquitectura poco después Saúl Steinberg, el "escritor que dibuja", que tiene ahora exposición en la March de Madrid, el artista de origen rumano llegó a hacer sus pinitos arquitectónicos para otra Trienal de Milán, la X, donde presentó el Labirinto dei ragazzi junto a BBPR, en la exposición podemos ver su diploma de arquitecto de 1940 en el que se deja constancia de su pertenencia a la razza ebraica. Volviendo a Cattaneo y Terragni, decir que ambos colaboraron en la elaboración del Piano regulatore di Como (1933) cuando Cattaneo aún no había terminado la carrera junto a otros arquitectos reunidos en el grupo Como-Milano 8 (CM8). Terragni sería el encargado de presentar dicho masterplan, nunca realizado, en el mítico CIAM IV, que, con el lema "La ciudad funcional" y el liderazgo ya casi incontestable de Le Corbusier, se desarrolló a medias entre el barco Patris II y Atenas y daría lugar a la famosa Carta de Atenas; te enlazo a la película que Moholy-Nagy hizo del viaje desde Marsella a la capital helena con pasajes realmente curiosos, como el paso por el Canal de Corinto o un pequeño recorrido por las islas del Egeo, con sus casas blancas y cúbicas que tanto inspiraron a los arquitectos modernos (Sert también andaba por allí). Cattaneo, de nuevo con Terragni, diseñó el Palazzo dei ricevimenti e dei congressi para el E42 (más tarde llamado EUR), la exposición universal que Mussolini quiso levantar en Roma en 1942 pero que finalmente no se llevaría a cabo por razones obvias. Tampoco el palazzo llegó a construirse. 

A la vera de la Casa del Fascio de Como Cattaneo construyó, ahora sí, un edificio de marcado corte racionalista junto a Pietro Lingeri (arquitecto que trabajó igualmente con Terragni en el proyecto del Danteum y varios edificios en Milán como la Casa Rustici), se trata del Palazzo dell´Unione Lavoratori dell´Industria (ULI), un edificio alabado en su día por Kenneth Frampton. Proyectó incluso otro potente bloque anejo a estos dos, el immobile d'abitazioni CX que no llegó a realizarse y que habría culminado con honores la llamada isola del Razionalismo comasca. Pero sin duda la obra por la que hoy más se le reconoce es la casa de apartamentos de alquiler en Cernobbio, una bella villa cercana a Como, y que es una bravísima apuesta por una modernidad sin concesiones en medio de un entorno arquitectónico muy tradicional con el que no choca tanto como cabría esperar. No tendrá los secretos de la Giuliani Frigerio, pero si puedo dar mi opinión me resulta más conseguida en sus formas. Juzga tú mismo. El cineasta Alberto Momo hizo una película sobre la casa para una muestra sobre Cattaneo organizada por la Accademia Nazionale de San Luca en Roma con ocasión del centenario de su nacimiento (2012) pero no he sido capaz de encontrarla en internet (tan solo un pequeño teaser), quizá tú tengas más suerte.

Cattaneo gustó también de escribir ya desde edad temprana, dedicándose por tanto a las dos "únicas disciplinas testamentarias de un pueblo" en palabras de Ruskin. En Giovanni e Giuseppe. Dialoghi d'architettura (1941) nos presenta un peculiar escrito alejado de los heroicos manifiestos de los modernos más recalcitrantes en el que dos arquitectos intercambian opiniones sobre la disciplina y la vida sin orden ni concierto en un formato de raíces clásicas. Giovanni, téorico y analítico, se enfrenta a las preguntas incisivas del creativo y contradictorio Giuseppe, acaso un trasunto de Terragni (para empezar comparten nombre de pila) como Giovanni lo puede ser del propio Cattaneo. Ese choque dialéctico podría verse reflejado (con mucha imaginación) en las obras contrapuestas del ULI y la Casa del Fascio, la primera racionalista pura y cabal, la segunda también racionalista pero buscando ir más allá en su deseo de fracturar el cubo moderno. En 1943 escribiría Cattaneo otro curioso texto en el que proponía la creación de un Convento di un Ordine di frati architetti formado por arquitectos totalmente volcados en la disciplina y para los que sugiere, medio en broma medio en serio, once condiciones, acaso la principal esta: "passione per le cose grandi ed estremiste". Propone como abad, por supuesto, a Terragni. Pocos días después de escribirlo moriría trágicamente Giuseppe. Recordemos que Terragni, licenciado del frente ruso que le agotó física y psicológicamente, regresaría a Como roto, aquejado de profundas depresiones que su hermano Attilio se empeñó en aliviar con varias sesiones de electroshock (Como y la electricidad). Según cuenta Saggio en su libro, el golpe de gracia le habría sobrevenido cuando, recién acabado su turno en un puesto de artillería, una bomba acabaría con dicho puesto y todos los soldados de su compañía que en ese momento iniciaban el nuevo turno. De vuelta en Como, siempre embutido en su uniforme de artillero, siguió proyectando (como esta bella catedral nunca construida) y dibujando, pero sus amigos (Sartoris entre ellos) veían que a pesar de sus esfuerzos por animarle se hundía cada vez más en sus lúgubres recuerdos. La noche del 19 de julio de 1943, mientras preparaba la cena, se sintió mal. Telefoneó a su novia, Mariuccia Casartelli y salió hacia su casa, que se encontraba muy cerca, dejando luces y gas prendidos. Mariuccia le ve llegar desde el balcón. Terragni entra en el portal y mientras sube las escaleras cae fulminado por una trombosis cerebral. 

Cattaneo, aquejado de una grave enfermedad que le impidió acudir al funeral de su amigo, le seguiría en su último viaje un mes y pocos días después, con 31 años. Tuvo tiempo de escribir un texto de homenaje del que entresacamos cita con la que nos despedimos hoy: "Cuando trabajabas con él, no se subía al podio para desde allí transmitir con altivez sus ideas fundamentales dejando la carga del trabajo a otros; aunque podría haberlo hecho, porque sus ideas eran casi siempre las mejores.Trabajaba más duro que nadie, hacía más bocetos que nadie, y no nos importaba seguirle ya que sus ideas se convertían en nuestras ideas" (texto completo aquí). 

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