miércoles, 6 de octubre de 2010

Mis 15 segundos de fama



Ayer, día del maestro (no paso de profe), decidí darme un homenaje acudiendo a Ivorypress ya que Foster in person iba a firmar los catálogos de la exposición Norman Foster Drawings 1958-2008 organizada por la editorial de Elena Ochoa el pasado año. Me llevé a mi hijo de 4 años, al que tuve que convencer de que en lugar del preceptivo parque hoy iba a conocer a un señor inglés muy importante. Sorpresivamente se lo tomó bastante bien y allí nos situamos poco más allá de las 6 con la misma emoción que tendría un fan del Atleti que fuera a conocer al Kun en persona. Bastante puntual apareció el arquitecto, más bajo de lo que me esperaba pero con una forma y agilidad envidiables. La cola para esperar las firmas no era muy extensa (a esa hora al menos), apenas colmaba la pequeña librería de diseño (proyectada por él como la sala de exposiciones anexa donde aún se puede ver la exposición de Fuller) aunque fuera había una nutrida congregación de estudiantes, imagino, de arquitectura. Cuanto más nos íbamos acercando más cara de extrañado ponía mi hijo, hasta que me dijo que éste no era el señor inglés, que no se le parecía nada. Entonces caí: para él el señor inglés es Richard Vaughan, el profesor de inglés de Aprende inglés TV (uno de los canales que más vemos en casa sólo superado por Clan), y ciertamente el televisivo docente de Texas se parece poco a nuestro lord favorito. Le intenté explicar sin mucho éxito que éste era otro señor inglés y en éstas que llegamos a la firma. Pedí al meticuloso arquitecto (tenía un cuadernito en el que hacía los borradores de la dedicatoria para no confundirse en la definitiva) que le incluyera también a él en la dedicatoria, pensando que quizá si en un futuro se dedicara a este apasionante oficio le gustaría tener su nombre estampado junto a la firma de uno de los grandes y poder darse el gustazo de tener, en edición de lujo, los bocetos realizados por el arquitecto en sus primeros 50 años de carrera (hay un segundo libro con la transcripción de los debates paralelos a la exposición). La tarde arquitectónica acabó acercándonos a ver la cercana Torre Cajamadrid para que descubriera lo que era capaz de hacer este otro señor inglés.

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