sábado, 1 de septiembre de 2012

Euritmia


Te presento a Euritmia, concepto que hace referencia a la buena disposición de las diferentes partes de una obra de arte en cuanto a proporción y armonía. Es uno de los principios que Vitruvio exige a todo monumento o edificio. La escultura que la representa en la foto se encuentra en el Museo del Prado, en una de las alas que unen los pabellones laterales con el central en la fachada principal, junto a otras que representan a la propia Arquitectura, la Fama, la Inmortalidad o la Simetría (otro de los principios postulados por Vitruvio), y es de Valeriano Salvatierra. Euritmia, circunspecta, juguetea con dos antorchas según la versión oficial. ¿Por qué? ¿Será que quiere prender fuego a algo? Fijémonos en su entorno. Justo enfrente se levanta la mole desproporcionada (especialmente en relación con el eurítmico museo) del Ministerio de Sanidad, Consumo y no sé cuantas cosas más, levantado en los 50 como sede de la Delegación Nacional de Sindicatos por Francisco de Asís Cabrero y Rafael de Aburto. Aunque de lejos gana puntos (puede recordar a Aldo Rossi), el edificio me resulta amenazador, plomizo y antipático, y está claramente sobredimensionado con respecto a su entorno. Dicen que Moneo, algo más arriba en la Castellana, se basó en este edificio para su sede de Bankinter, mucho más elegante y civilizada (para empezar respetó el palacete que se encontraba en la finca, algo que no hicieron los arquitectos del ministerio con el suntuoso Palacio Xifré). En fin, que igual lo que lleva Euritmia en las manos son sendos cartuchos de dinamita prestos a ser lanzados contra el nada eurítmico ministerio.

Pero sobre gustos no hay nada escrito. Peter Buchanan lo definió en AV como "una obra maestra de la arquitectura moderna" , y Antón Capitel sólo tiene superlativos para el edificio en su artículo Madrid brutal: "Me gusta que el Museo del Prado -obra refinada donde las haya- esté enfrentado al edificio "brutal" mejor del mundo (...) hoy Ministerio de Sanidad, el mejor edificio oficial del franquismo". A Koolhaas también le encantaría. Fíjate lo que suelta en su artículo Bigness or the Problem of Large, aquí traducido como Grandeza o el problema de la talla: "La Grandeza ya no necesita a la ciudad: compite con la ciudad; representa a la ciudad; se adelanta a la ciudad; o mejor aún, es la ciudad", y algo más atrás: "Conjuntamente, todas estas rupturas -con la escala, con la composición arquitectónica, con la tradición, con la transparencia y con la ética- conllevan la ruptura final y más radical: la Grandeza ya no forma parte de ningún tejido urbano. La Grandeza existe; como mucho, coexiste. Su subtexto es que se joda el contexto". Muy fino. Hay que disculpar al holandés, el artículo es de 1994 (más tarde lo incluiría en su libro S, M, X, XL), en plena efervescencia de la starchitecture. Ay si Vitruvio levantara la cabeza.

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