Este fin de semana arranca la Expo de Shanghai, con su habitual muestrario de pabellones nacionales (excelentes fotos en Dezeen). Hemos traído dos al blog. El primero, el de Alemania (de Schmidhuber + Kaindl), cuyas soberbias formas acaparan la atención de no pocas webs y blogs sobre arquitectura estos días. Formas frías y cortantes como el acero, con un cierto toque prepotente como corresponde a una de los principales potencias mundiales. Su lema, el equilibrio (tradición frente a modernidad, globalización frente a singularidad identitaria,etc), y lo cierto es que parece estar en una posición algo inestable. El segundo es el de Grecia (diseñado por Alexandros Tombazis), incorporando como ideas-fuerza la pluralidad y la realidad. Semejante en sus anodinas formas a un Decathlon, no parece que vaya a tener la misma repercusión mediática que el pabellón germano. Ay, Grecia: la polis, la democracia, la filosofía, el caos..., ella nos rescató de la barbarie. Y eso no tiene precio.
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