Eso al menos es lo que opina el crítico de arquitectura del New York Times, Nicolai Ouroussof, de la torre de apartamentos (el 100 de la 11th Avenue) que Jean Nouvel ultima en el exclusivo barrio de Chelsea en Nueva York justo al lado del edificio blanco de oficinas de Frank Gehry (puede verse en el render a la derecha) y muy cerca del High Line, una antigua linea ferrea elevada reconvertida en parque por el estudio neoyorquino Diller Scofidio + Renfro. El crítico valora su acertada mezcla de glamour y aspereza (la fachada principal, 1.700 ventanas de diferente tamaño y dispuestas en ángulos variados, contrasta con el lateral del edificio, una pared de ladrillo oscuro con pocas ventanas) y afirma que conecta a la perfección con las señas de identidad más típicas de la ciudad de los rascacielos. Nouvel lo llama la "Vision Machine", y ciertamente el edificio potencia las atractivas vistas del skyline neoyorquino.
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