"En el prólogo de su novela Crash, James Graham Ballard sostiene: "El equilibrio entre realidad y ficción cambió radicalmente en la década de 1970, y los papeles se están invirtiendo. Vivimos en un mundo gobernado por las ficciones de toda índole (...). Cada vez es menos necesario que el escritor invente un contenido ficticio. La ficción ya está ahí. La tarea del escritor es inventar la realidad". Asimismo siento que la imaginación arquitectónica actual, asistida y favorecida por el ordenador, está produciendo demasiada ficción arquitectónica, y en su lugar necesitamos una "arquitectura de la realidad", parafraseando el título del libro de Michael Benedikt. Ya añoramos una arquitectura que nos devuleva a las realidades concretas de nuestro mundo físico y material. No se trata de la añoranza sentimental por un mundo perdido, sino por un mundo que vuelve a vitalizarse y a erotizarse, por una arquitectura que nos haga experimentar el mundo en lugar de sí misma". (Juhani Pallasmaa, La mano que piensa. En la foto, proyecto de la Torre Espiral de Zaha Hadid en Barcelona, fulminada por la crisis).
miércoles, 19 de septiembre de 2012
Arquitectura-ficción
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