Traemos hoy al blog un ejemplo totalmente contrario al de la entrada anterior. Si el proyecto del palacio de Aiete donostiarra se había ideado con un respeto absoluto del edificio preexistente, en la ampliación del museo de arte moderno Stedelijk en Amsterdam, del estudio local Benthem Crouwel Architects, el planteamiento es el opuesto: un añadido que anula el primer museo acabado en 1895 en típico ladrillo holandés ocultándolo tras una enorme estructura blanca en forma de plancha invertida con una potente visera que de inmediato recuerda a Nouvel. Siempre preferiremos esto a una insulsa caja, pero quizá en este caso el deseo de innovar ha sido excesivo. Holanda es el país de la audacia arquitectónica, siguiendo la senda iniciada por Koolhaas superstar, pero a veces también es importante saber cuándo parar. De todas formas muy pronto se inaugurará y podremos ver en vivo y en directo si estamos equivocados o no.
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