Hoy te traigo una nueva renovación que hemos descubierto estos días, de oficina de correos a biblioteca, en Utrecht. El edificio original, terminado en 1924, es obra de Joseph Crouwell Jr y se trata de una de las 19 oficinas de correos que diseñó como arquitecto de la agencia de edificios del gobierno holandés, donde trabajó hasta su jubilación en 1950. Esta magnífica oficina está influida por la conocida como Escuela de Ámsterdam, liderada por De Klerk y Kramer, que buscaba, dentro de esa modernidad "impura" e híbrida de la que hablábamos, una expresión arquitectónica contemporánea pero alejada de la aridez formal de la modernidad dogmática. En 1915, en el Stedelijk Museum de Ámsterdam, se presentó una exposición que contraponía precisamente ambas vías, representadas por Berlage y De Klerk, cuyas obras quedaban confrontadas en una misma sala (por cierto que Crouwell trabajó con Berlage entre 1914 y 1916). El diario Algemeen Handelsblad echaba leña al fuego y comentaba en sus páginas: "una joven generación de arquitectos ha rechazado la aplicación doctrinaria del racionalismo como algo que conduce a la monotonía y aridez, y ha llegado para restaurar la fantasía, la riqueza y lo pintoresco a su posición original", como cita David Rivera en La otra arquitectura moderna. Después, como todos sabemos, vendría la crítica oficial de Giedion y compañía para laminar las herejías y entronizar a Corbu y Mies como los únicos apóstoles válidos de la modernidad (Zevi incluso llegó a acusar a la Escuela de Ámsterdam de hipocresía y afán de individualismo), quedando dicho movimiento como poco más que la ocurrencia trasnochada de cuatro nostálgicos historicistas. Dicha crítica fue realmente efectiva porque durante sesenta años ninguna institución holandesa importante consideró necesario dedicar a la Escuela de Ámsterdam una exposición. Fue solo en 1975 cuando el Stedelijk (el mismo museo que puso frente a frente a Berlage y De Klerk en 1915) dedicó al movimento repudiado una importante muestra. En todo caso bien puede decirse que los utriqueses son muy afortunados de tener una biblioteca tan bella que, ahora que no nos oye nadie, diremos que preferimos a la que Wiel Arets tiene también en la ciudad del tratado. Tienes más fotos e información aquí. Por cierto, la renovación del edificio de Crouwell es de los estudios Zecc y Rijnboutt.
El apellido Crouwell te sonará. Hay otro Crouwel (vivo) arquitecto, socio de un importante estudio holandés junto a Jan Benthem (Benthem Crouwel Architects), responsables del anexo del museo Stedelijk (sí, el que alojó sendas exposiciones sobre la Escuela de Ámsterdam) conocido como la bañera (descubre por qué) o las estaciones de Róterdam, La Haya o la misma Utrecht, probable razón por la que fueron seleccionados por Adif como uno de los 10 finalistas para la remodelación de la estación madrileña de Chamartín. Por alguna razón que se desconoce la entidad finalmente reculó, dejándoles fuera y admitiendo en su lugar a los también holandeses OMA del galáctico Rem Koolhaas, que habían quedado fuera en el primer corte. Habría que investigar la trastienda de este despiadado duelo neerlandés.
¿Habrá relacion entre los dos Crouwels? Según Wikipedia Mels Crouwel sería sobrino nieto de Joseph Crouwell Jr; sí, la doble ele de Joseph puede despistar, pero es un añadido postizo. El abuelo de Joseph nació en un barco inglés y el capitán al registrar el nacimiento le plantó la segunda ele porque le sonaba más British. Estos ingleses. Joseph la mantuvo (aunque también firmó con una sola ele), de hecho en la base de datos del Het Nieuwe Instituut aparece con dos. Por cierto que el HNI no menciona el parentesco entre Joseph y Mels que dice Wikipedia. Esto de los nombres neerlandeses tiene su aquel. Aparte del nombre oficial a menudo tienen un diminutivo (Joseph Crouwell Jr aparece en algunas fuentes como Joop Crouwell -y sin el Jr- , y el nombre completo de Mels Crouwel es Willem Melchor Crouwel), con lo que el lío está asegurado. Por cierto que Rem se llama en realidad Rement Lucas.
Acabamos con otra biblioteca, la New Library del Magdalene College de Cambridge, flamante ganadora del Stirling de este año. Era nuestro proyecto favorito de entre los finalistas, todos ellos de perfil bajo (se acabaron los tiempos en que ganaban Rem o Norman), es además del único estudio que conocía, el del irlandés Níall McLaughlin, finalistas por cuarta vez y autores de una arquitectura de plácida belleza que quiere recordar los edificios clásicos de su entorno con un lenguaje actual en radical contraste con la "belleza convulsa" (que decía Breton: la única posible para él) de tantas arquitecturas últimas que nos ha acabado abotargando los sentidos. De todas las necesidades del alma humana ninguna más vital que el pasado, como decía Simone Weil según comentaba Fernández-Galiano en su discurso en San Fernando. Sea conservándolo o replicándolo con respeto, el pasado, como la lectura, nos cuenta historias fascinantes. Dedica cinco relajantes minutos a ver este video sobre la biblioteca comentado por el propio arquitecto, sí, es pedir mucho en estos tiempos raudos, pero no te arrepentirás.
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