sábado, 4 de enero de 2020

Jaque y la gata Niebla (2)


Seguimos hoy comentando Mies y la gata Niebla, que ya acabé. Lo trans y lo escalar son conceptos clave en el libro de Andrés Jaque, que en sus últimos ensayos gana en interés. Así, bajo el título de Urbanismo transmediático, el arquitecto madrileño nos presenta el que es, en mi opinión, el mejor ensayo de su libro. Ofrece un estudio realmente interesante y documentado (y a ratos espeluznante) de cómo Berlusconi consiguió convertirse en una figura todopoderosa en la Italia de no hace tanto. Resulta que su imperio audiovisual, el que a la postre le ayudaría a alcanzar la presidencia del gobierno de su país, se forjó en la promoción inmobiliaria, en concreto de la inmensa urbanización Milano 2 iniciada en 1968, que llegaría a convertirse en mucho más que una simple ciudad satélite de Milán. Diseñada por la inmobiliaria que presidía (Edilnord Centri Residenziali) como un proyecto dirigido a un target poblacional específico (jóvenes profesionales urbanos que trabajaban en grandes multinacionales: su lema era la città dei numeri uno), acabó convertida en un ghetto glamuroso y autosuficiente no solo en lo tocante a servicios y bienes (provistos por empresas afines a Berlusconi) sino también en el ocio. Es lo que Jaque llama urbanismo transmedia. En esta urbanización il cavaliere dirigirá Tele Milano, germen de Mediaset, el imperio televisivo que en los 90 desembarcaría en España con las icónicas mamachicho, poderosas afroditas que elevaron el pulso y el impulso transarquitectónico del español medio (¿Quién dijo que cualquier tiempo pasado fue mejor? Porque aquí no aplica). Los estudios subterráneos de Mediaset en Milano 2, el "componente arquitectónico" más importante de la ciudad, son "el núcleo de coordinación política de Berlusconi, una arquitectura que necesita ocultarse para maximizar su eficacia política". Eficaces no solo como altavoz publicitario de los productos patrocinados por Berlusconi y amigos, sino también como creadores de productos televisivos especializados, siempre al servicio de aquellos. Si la RAI ofrecía una programación que homogeneizaba a la sociedad italiana con programas genéricos, Tele Milano segmentaba a sus televidentes gracias a sus programas diferenciados (algunos de ellos de juzgado de guardia). Tele Milano pronto se convertiría en Canale 5 y acabaría retransmitiendo en todo el país, globalizando nuevos formatos publicitarios inéditos hasta entonces (los productos, lejos de limitarse a la tradicional publicidad de los interminables intermedios, invaden sin empacho las narrativas catódicas) e innovadoras tipologías televisivas entre las que merecen citarse esos ya olvidados programas musicales donde se emitían sesiones discotequeras con los DJ´s más punteros del momento, como Claudio Cecchetto (es mi penoso deber enlazarte a una muestra de su trabajo, tú veras si clicas o no) y los mareantes efectos de Valerio Lazarov (¿le recuerdas?), el rey del zoom, sumergiendo al ciudadano de a pie en experiencias de corte psicodélico que de otra forma quizá nunca hubiera experimentado. En este impresionante documento gráfico puedes ver un buen ejemplo del trabajo de Lazarov en su primer paso por TVE, antes de ser contratado por Berlusconi (en los primeros 70 el régimen franquista trajo al realizador de su natal Rumanía para dar un barniz de modernidad a una España gris y alienada; tras su etapa italiana volvería a nuestro país como directivo de Tele 5). Jaque acaba así su sobrecogedor ensayo: "Los efectos que en su momento empezaron en Milano 2 el comienzo de lo que el control de internet disparó, las dinámicas de reconstrucción de lo humano como el dominio de los mercados sociotecnológicos. La forma de existencia de la que los humanos, en las extensiones transmateriales que nos constituyen, intentamos ahora repensar lo político".  Entre nosotros, yo me he perdido (igual Jaque está experimentando aquí con la sintaxis, acaso instrumento reaccionario también digno de estudio cosmopolítico, porque creo que la gramática mira a Cuenca que lo flipas), pero puede ser que todo sea culpa de mis neuronas, perjudicadas tras los desgoznados zooms de Lazarov (aquí tienes el texto completo del estudio con fotos de Milano Due). Sea como fuere me parece un ensayo, como decía, de gran interés que puede explicar muchas cosas, a veces inauditas, que pasan en la actual Tele 5. Por cierto, ahora que tanto se habla de la resilvestración en el ámbito político y social como una estrategia idónea de
management ciudadano me pregunto si en lo televisivo las dinámicas de abajo arriba de Mediaset frente a las de arriba abajo de las primeras televisiones públicas generalistas no nos han conducido a un desastre cultural y conductual de cuyas alarmantes dimensiones solo ahora empezamos a darnos cuenta.

No tenemos tiempo para comentar otros tantos notables ensayos de Jaque que nos muestran realidades que pueden relacionarse con lo arquitectónico, daremos apenas unas breves pinceladas. Así, en su estudio sobre Nueva York (Sex and the [So-Called] City), con puntos en común con el dedicado a Berlusconi, Jaque no tiene pelos en la lengua al relatar lo que está pasando en la ciudad de los rascacielos (este ensayo bien podría servir como epílogo de Delirious New York): "Sexo en Nueva York anticipó lo que más tarde se convertiría en un urbanismo sanitario post-2008, una forma de urbanismo que dio prioridad a incentivar el valor de los inmuebles y que cambió la ciudad física y territorialmente. (...) Nueva York ya no es una ciudad. (...) Se ha convertido en una composición transescalar de realidades estratificadas. Una recreación transurbana concebida colectivamente para producir, reproducir y albergar valor en una nueva forma social: la lujocracia". ¿Sabías que el color del cielo que se ve desde el hiperlujoso rascacielos residencial del 432 de Park Avenue (a 95 millones el ático) no es real? Es un color inventado como "realidad renderizada" por el estudio de arquitectura DBOX para la publicidad del edificio, color que luego fue imitado en el edificio real gracias al vidrio Eckelt Lite-Wall de fabricación austriaca que cubre las 2.136 ventanas de 3x3 metros de la torre, "un vidrio diseñado para polarizar la luz natural e intensificar la fracción azul de su espectro de color". Además, las ventanas del edificio son todas fijas, por lo que sus inquilinos no podrán nunca descubrir la diferencia. Los "edificios-periscopio", como los llama Carol Willis, autora de Form Follows Finance, "son una elocuente representación material de los flujos monetarios inmateriales que han fracturado dramáticamente la sociedad contemporánea, exacerbando la desigualdad económica hasta extremos de caricatura, concentrando la riqueza en cada vez menos manos y liquidando las expectativas de progreso de unas clases medias empobrecidas que han visto debilitarse tanto las estructuras del estado de bienestar como la movilidad social basada en el talento y el esfuerzo", en palabras ahora de Fernández-Galiano, quien dedicó al fenómeno de los últimos supertall neoyorquinos el Arquitectura Viva 179. ¿Y sabías que para que Nueva York tenga un cielo más limpio, casi como el de los renders, gracias a la progresiva sustitución de viejas calderas de gasolina por otras de gas, es necesario que la vecina Pensilvania, principal suministradora de dicho gas, haya sufrido un destacado aumento de contaminación por culpa del fracking?

En otro de sus ensayos (Desconocidos íntimos), Jaque se acerca al fenómeno de Grindr, una red de contactos diseñada para usuarios homosexuales: "Grindr es un arquiurbanismo online que permite la irrupción en el espacio offline de la interacción online. Crea un tipo de espacio multiplicado donde coexisten, y a menudo colaboran y entran en conflicto, configuraciones tecnohumanas diversas, pero simultáneas. (...) Más de 360 millones de personas en todo el mundo las usan [las numerosas redes sociales de contactos] a diario como parte de las dinámicas en las que la construcción de uno mismo toma el protagonismo arquitectónico que en el pasado tuvo la construcción de edificios, y en las que lo urbano ya no ocurre en el espacio público, ni en las calles y plazas, sino que se reinventa como una forma de intimidad que se produce entre desconocidos". Grindr ha empoderado al colectivo gay, aunque no sin tener que pagar un precio por ello: "Los urbanismos de lo gay, en el pasado santuarios del queer y alternativa al reduccionismo heteronormativo y patriarcal, están siendo reconstruidos y mercantilizados como activos financieros, y se rediseñan para retener valor, alinearse con las lógicas de mercado y convertirse ellos mismos en mercados. Por su normalización, lo gay ha pagado un precio en forma de normatividad". 

Mucho se puede aprender en Mies y la gata Niebla. Quizá lo más obvio, como ya decía Hollein en su manifiesto de 1968, es que todo es arquitectura, que la arquitectura va más allá de lo material y hoy los mundos virtuales también necesitan de lo arquitectónico para dotarse de una forma coherente y útil, por mucho que los marcos normativos parezcan cuadrar poco con el discurso del arquitecto madrileño. Desearíamos tan solo ver un remate más cabal de sus teorías (al cabo aquí represento al lector medio), y es que tanto vaivén escalar, como el psicodélico zoom de Lazarov, impide acaso a Jaque afinar un poco más sus conclusiones.

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