lunes, 23 de diciembre de 2019
Resilvestración
"Formado como arquitecto, el trabajo del artista francés Jacques Villeglé se convirtió en el de una suerte de arqueólogo callejero, una mano anónima que hurtaba coloridas capas de restos sobrantes, pósters mutilados de las paredes de París (el "periódico de la calle" de los años 30, como le gustaba llamarlos). El ornamento espontáneo y colectivo exhibido públicamente en la calle se arranca, se sujeta sobre un lienzo y se enmarca, siendo su título tan solo el lugar y la fecha del hallazgo: 122, rue du Temple, 1968, es la imagen de cubierta de este número.
Capturando un instante congelado, Villeglé trata las paredes de la ciudad como si de un museo en desarrollo se tratara y nos presenta fragmentos de evidencia como reflexiones sobre la cultura popular, documentos que atestiguan el paso del tiempo. (...)
El proceso de selección es el primer paso de la conservación. Al elegir lo que preservamos, escribimos nuestras propias historias. (...) "Seremos juzgados no por los monumentos que erigimos sino por los que hemos destruido", escribía Ada Louise Huxtable.(...)
La manida distinción entre viejo y nuevo del Movimiento Moderno ha quedado atrás, y muchos proyectos de reutilización flexible entablan una animada conversación entre lo existente y la nueva vida, reconociendo el incrementalismo antes que la dualidad. Todas las arquitecturas están evolucionando de manera gradual y constante: "Es necesario considerar el pasado como un presente histórico, todavía vivo", decía Lina Bo Bardi. Los edificios absorben el mundo a su alrededor, los hábitos humanos sedimentados en sus paredes y grabados en sus pieles. (...)
La dualidad entre lo natural y lo artificial se desdibuja; como alternativa radical a la preservación tradicional, la resilvestración [rewilding] pone en duda la superioridad humana sobre la naturaleza y propone tratar los paisajes con imaginación y curiosidad: "Tenemos una perversa idea de la preservación que dice "esto es lo que tenemos, así que es lo que deberíamos conservar", en lugar de decir "esto es lo que podríamos tener así que esto es a lo que deberíamos aspirar", señala George Monbiot.
Desafiar viejos marcos intelectuales ensancha nuestra comprensión de la conservación para incluir lo "desagradable" o lo "indigno", excluido por las narrativas oficiales, en lugar de restaurar el viejo estado de algo que ha quedado definitivamente obsoleto. Los edificios son solamente parte de una fotografía mucho más amplia. Aunque pueda sonar contrario al sentido común, se trata de mirar al futuro, más que al pasado." (Manon Mollard, The right to inherit -El derecho a heredar-, editorial del último número de The Architectural Review).
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario