Recién estrenado su hospital de Móstoles, Rafael de la-Hoz tiene también cercana la inauguración de la nueva sede de Repsol en Madrid, que dará nuevos bríos a la expoliada petrolera. Admirador de Hergé (de ahí quizá su gusto por la línea clara en su arquitectura), defensor de una "arquitectura silenciosa" ("en arquitectura, la serenidad es un pecado más interesante que la visibilidad"), de la Hoz nació, cómo él dice, arquitecto (es la tercera generación). Hace poco le preguntaban por su sello personal: "Tal vez lo podríamos definir como la pasión por no cometer errores, pero eso es imposible. La arquitectura es un oficio algo frustrante y el sello consiste en reducir ese número de errores al mínimo posible en el siguiente proyecto".
jueves, 19 de abril de 2012
Nueva sede de Repsol
Recién estrenado su hospital de Móstoles, Rafael de la-Hoz tiene también cercana la inauguración de la nueva sede de Repsol en Madrid, que dará nuevos bríos a la expoliada petrolera. Admirador de Hergé (de ahí quizá su gusto por la línea clara en su arquitectura), defensor de una "arquitectura silenciosa" ("en arquitectura, la serenidad es un pecado más interesante que la visibilidad"), de la Hoz nació, cómo él dice, arquitecto (es la tercera generación). Hace poco le preguntaban por su sello personal: "Tal vez lo podríamos definir como la pasión por no cometer errores, pero eso es imposible. La arquitectura es un oficio algo frustrante y el sello consiste en reducir ese número de errores al mínimo posible en el siguiente proyecto".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario