domingo, 27 de noviembre de 2011
Arquitectura sonora (y crustácea)
viernes, 18 de noviembre de 2011
Marcos incomparables
La foto, publicada en El País del viernes, impresiona. Tras las germánicas damas (Angela Merkel y Helle Thorning-Schmidt, primera ministra de Dinamarca), austeras y marciales, emerge el imponente edificio de la Cancillería en Berlín, diseño del arquitecto alemán Axel Schultes. Fue tildado de monumental lavadora por su primer inquilino (Gerhard Schröder), mayormente por su otra fachada, que incluye un enorme vano circular al más puro estilo Kahn. Visto desde este ángulo, el edificio tiene un aire amenazante, y parece un extraño cruce entre un carguero espacial de Star Trek y el scaenae frons de un teatro romano delante del cual la dama de acero inoxidable podría interpretar una tragedia que bien podría titularse El rapto de Europa, (y subtitularse Que la deuda te acompañe). Y es que al final, y valga la paradoja, estamos en deuda (cultural, fílosófica, política) con Grecia. La electrizante perfección del diseño de Schultes hace de impagable marco de las no menos perfectas líderes que resaltan con sus sobrios abrigos negros sobre el blanco Meier del edificio. Durante un tiempo (poco) lució en la entrada una escultura de Chillida (Berlín) que simbolizaba la reunificación y que a pesar de sus 90 toneladas y 6 metros de altura resultaba tan engullida por la fachada que al final la quitaron de enmedio.Y además, ¿qué pega una atormentada y retorcida amalgama de hierros herrumbrosos, tan caótica, tan meridional, delante de proporciones tan puras y perfectas?
sábado, 12 de noviembre de 2011
"Aprecio la arquitectura que no es obvia"
Datos novedosos sobre su carrera no hubo muchos dado que la entrevista estaba más planteada desde un punto de vista humano que arquitectónico. No sabía, de todas formas, que había participado (muy indirectamente) en el proyecto de Torres Blancas con Oíza, arquitecto con el que colaboró un par de años mientras era estudiante. Moneo habla del proyecto como un cruce entre ideas de Wright y Le Corbusier y define al arquitecto vasco como atormentado y exigente, frente al mucho más relajado Utzon, con quien también colaboró durante un año tras acabar la carrera en su obra estrella, la Ópera de Sydney. Su cercano matrimonio, que perdura 50 años después, le hizo dejar el proyecto y volverse a España. Habló de pasada de últimos proyectos, como el complejo Aragonia en Zaragoza (en la foto) que incluye un hotel, un centro comercial y varias torres de viviendas, y recaló brevemente, con imágenes, en proyectos emblemáticos como Mérida, Atocha, el Kursaal donostiarra, el Prado o Murcia. Su idelogía arquitectónica de todos conocida hizo lógicamente aparición también en la charla: su defensa de la durabilidad frente a la arquitectura de usar y tirar o de la condición anónima y autónoma de los edificios frente a la arquitectura de autor. Igualmente se declaró influido por Wright, Aalto, Rossi, Eisenman, Siza o Koolhaas, aunque este último más por sus ideas que por su obra.
De todas formas lo más sorprendente de la charla para mí fue sin duda la desarmante timidez e inseguridad del insigne arquitecto. Nada más empezar manifestó su susto e incomodidad ante tanta gente (¿y qué esperaba?) que se reflejó en un discurso a veces poco fluido y dubitativo. La entrevista a su vez quizá hubiera necesitado algo más de scaffolding, o sea, más preparación previa y seguimiento más intenso por parte del interlocutor matizando y echando cables al entrevistado. San Juan es un gran periodista (cómo añoramos CNN+) pero quizá no sea experto en arquitectura. Luis Fernández-Galiano, presente en la charla en primera fila, y con una pregunta (grabada en vídeo) planteada al arquitecto ya casi al final, habría, en mi opinión, guiado mejor a nuestro renuente arquitecto y habría extraído de él una entrevista más enjundiosa.
La traca final -como la llamó Moneo- se produjo cuando se le pidieron tres propuestas para mejorar el mundo. Es la única pregunta de la entrevista que conocía de antemano. Su respuesta fue de una sencillez, de nuevo, desarmante: ser buenas personas, portarnos mejor con los demás y cuidar la educación; respetar las cosas materiales, incluyendo edificios y ciudades, siendo conscientes del valor intrínseco de las cosas, y la entrega al trabajo de cada día, recuperando en la medida de lo posible el gusto por lo que hacemos. Parece el decálogo de un tutor de 1º de ESO.
La gran lección que nos dio Moneo el viernes fue la de la fragilidad, la humildad, la ética personal y la duda, rasgos hoy desconocidos en un mundo en el que todo debe ser rápido, impecable e implacable. Y así nos va.
domingo, 6 de noviembre de 2011
Pieles de marca
"Dotaremos a nuestro estadio de una piel envolvente que sea un hito arquitectónico mundial. Tiene que convertirse en único, el mejor del mundo, la obra cumbre del siglo XXI". Así se las gasta Florentino Pérez, presidente del Real Madrid refiréndose, por supuesto, al estadio Santiago Bernabéu. 200 millones va a costar el proyecto que aparte del lifting incluye la construcción de un hotel y un espacio de ocio en el costado que mira a la Castellana, hoy en día ocupado por un parcela infrautilizada. Aunque la obra dará trabajo a 3.000 personas (2.300 mientras duren las obras, el resto serán empleados para los nuevos equipamientos), la factura escuece con la que está cayendo. Se me ocurren mejores destinatarios de esos millones, particularmente ahora, aunque como no son míos (ni me cuesta ni un duro el proyecto) me tengo que callar. Por cierto, el Camp Nou también iba a tener un lavado de cara a cargo de Foster, pero la cosa no pasó de wishful thinking.
Roca, la empresa española de sanitarios, estrenó hace poco una tienda-galería en Londres diseñada nada menos que por Zaha Hadid, que la ha dotado de una piel alienígena con protuberancias neumáticas como si hubiera sido tratada con una dosis salvaje de bótox (en Madrid también abrió recientemente otra flagship store a cargo del Estudio Lamela), la noticia obtuvo el deseado ruido mediático y números uno del diseño y la crítica arquitectónica mundial (como Sudjic) se hicieron eco de la inauguración. Pocos días después, mientras seguíamos obnubilados con las formas jaw-dropping de Hadid, leía en la prensa, unas pocas líneas escondidas en la sección económica, que Roca había presentado un ERE temporal que afecta a 1.193 trabajadores de sus tres centros de producción en España. Me pregunto qué tal dormirán los ejecutivos que tienen que tomar las decisiones sobre cómo y dónde aplicar recortes y cómo y dónde gastar dinero. Ah, el márketing.
Marta, mi contraria, dice que para pieles, las de Abercrombie & Fitch. Durante los meses que la marca estadounidense de ropa pija ha estado reformando el Palacio Aguas de Sevilla en la plaza del Marqués de Salamanca en Madrid, las fachadas del edificio aparecían cubiertas con monumentales carteles publicitarios en los que varios jóvenes lucían unos apolíneos torsos con abdominales imposibles. Desde el punto de vista arquitectónico, se ha optado en esta intervención por un respetuoso peeling que ha dejado la piel de la elegante casa-palacio en perfecto estado.
Vivimos momentos contradictorios. Ante tal despliegue de glamour unos dirán que la cosa chirría en una situación tan difícil como la que estamos viviendo, pero otros dirán que precisamente ahora estos proyectos dan vida (y puestos de trabajo) y sirven de inyección de ánimo. Tú mismo.
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Arquitectura desleixada
Álvaro Siza decía en una reciente entrevista que el tiempo es el mejor arquitecto. Un compatriota suyo, Gastão de Brito e Silva en su blog Ruin´Arte deja constancia con sus soberbias fotos del a menudo demoledor rastro que el tiempo deja en los edificios. Merece la pena detenerse en las sobrecogedoras imágenes, llenas de melancólica belleza, de esa arquitectura desleixada (abandonada).
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