lunes, 10 de enero de 2011
El desierto de la deconstrucción
Este es el edificio que (cómo no) Frank Gehry ha propuesto para alojar la Universidad de la Tecnología en Sidney. Su vicerrector ya se ha aprestado a comparar el proyecto con la Opera House de Utzon, confiando que sea tan icónico como la compleja obra del escandinavo según podemos leer en The Guardian. La autora del artículo recuerda la famosa y atormentada gestación del teatro de la Ópera, algo que también hace por cierto (me encantan estas coincidencias) Moneo -quien trabajó para Utzon- en la última entrada del blog de Anatxu Zabalbeascoa (el Pritzker navarro propone nada menos que vaciar las conchas del edificio y casualmente habla también de Gehry y la vecindad de sus proyectos en Bilbao y Los Ángeles). Volviendo al artículo del periódico inglés, la autora (Germaine Greer) parece no estar muy conforme con el nuevo proyecto australiano del arquitecto nacido en Toronto ya que lo titula "El nuevo edificio de Gehry se parece a 5 bolsas de papel estrujadas". La verdad, no es para menos. Greer habla de auto-parodia (algo que bien podría también decirse del Instituto Lou Ruvo en Las Vegas) y lo compara también con un nido de termitas abandonado que saldrá por casi 120 millones de euros. Acabo con una cita del más filólogo de nuestros arquitectos, Luis Fernández-Galiano:
"La estupidez es una forma de sabiduría en tiempos de tribulación y desprenderse del habitual ropaje de sofisticación intelectual equivale a desnudar la arquitectura de ornamento superficial, esforzándose por alcanzar la raíz de las cosas y reclamando para los arquitectos un papel de servicio que se ha desvanecido en la liaision non sancta con la celebridad y el glamour.(...) Ese es nuestro modesto y estúpido camino hacia delante: crear islas de orden en un mar de desorden, y ofrecer cobijo ante el dolor del caos". (Crítica y crisis, AV 128. El título de esta entrada también procede de aquí).
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