viernes, 11 de junio de 2010

¿Una crisis necesaria?



Acabo de encontrar una cita más que interesante de Glenn Murcutt (Pritzker 2002), el ecológico arquitecto australiano que estos días participa en el Congreso sobre arquitectura Más por Menos en Pamplona. Es de 2006, y le entrevista Llàtzer Moix (por cierto presente también en Pamplona):

"- ¿Quién promueve esos edificios simbólicos, escultóricos?

- El mercado. Hoy el cliente es el mercado. La arquitectura describe el nivel de cultura de una época. Y ésta es la del materialismo. De un materialismo que gusta de llamar la atención a gritos. No es únicamente la culpa de algunos arquitectos. Nuestra sociedad permite eso. Si tuviera un mayor nivel cultural, no lo permitiría. Pero sólo se piensa en términos de dinero y de beneficio.

- ¿Cómo invertir este ciclo?

- Pues con una gran recesión económica. No la deseo, claro. Pero ayudaría. La economía especulativa, recalentada, es una plataforma para las tonterías. Es algo que sucede ahora en todo el mundo. En China, India o el mundo occidental. Vivimos en la cultura del exceso. Fíjese en los puertos deportivos, con todos sus barcos de plástico. No son botes de pesca o de remo. Son un exceso. Pues bien, ese exceso construye nuevos paisajes. No soy comunista, ni siquiera socialista. Pero estoy preocupado por el nivel de codicia de nuestra sociedad."

(Murcutt se encontraba por aquel entonces en Barcelona como jurado unipersonal de los Premios Década otorgados por la Fundación Óscar Tusquets, en los que se premia un edificio que tenga 10 años de antigüedad para así poder juzgar mejor su vigencia y actualidad, un concepto curioso. El seleccionado en aquella ocasión fue la Casa Triginer en Vallvidrera, en la foto de arriba, de Carlos Ferrater, arquitecto que también está en el congreso de Pamplona presentando un bloque dedicado a la sostenibilidad).

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