viernes, 27 de agosto de 2021

Más réplicas

 



Las que ves aquí, de nuevo, no son rocas reales sino replicadas. Los madrileños Ensamble Studio (Antón García-Abril y Débora Mesa) han levantado en el centro de arte Tippet Rise (a orillas de Yellowstone) lo que parecen rocas naturales formando monumentos megalíticos pero no son sino rocas fabricadas dispuestas así por obra y gracia de potentes grúas: el hormigón se vierte sobre el terreno natural, que actúa como encofrado; al retirar la tierra, las piezas se elevan como la de la foto (de nombre Beartooth Portal). Herederos acaso del Fisac último, Mesa y García-Abril aúnan en bizarros experimentos naturaleza y artificio (ya desde aquella extraña casa a la que llamaron La Trufa) y nos sirven como anillo al dedo para continuar nuestra serie de naturalezas replicadas. Así lo explican ellos en AV 230: "La Arquitectura aún tiene que romper sus partes, para liberarse y regresar. Tiene que deshacerse de la geometría, de la línea, del plano, de los materiales y las formas. Y tiene que volcarse a la búsqueda de una materialidad espacial, que vibre con lo humano, y que se someta a los designios de la tierra". Algo que choca con la fijación geométrica de algunas de sus otras obras (aquí a Abril le hemos llamado el Señor de las Vigas tras contemplar las madrileñas Casa del Lector en Matadero, la Casa Zigzag o la brutal Hemeroscopium). En uno de sus últimos proyectos se vuelven estereotómicos, horadando una antigua mina para reconvertirla en vivienda y proponiéndonos un viaje alucinante al interior de la materia. 

Vamos ahora a retroceder unas décadas, aunque seguiremos on the rocks. En concreto nos vamos al Helsinki de 1969 si te parece. Dos hermanos, los arquitectos locales Timo y Tuomo Suomalainen, ganan un concurso para realizar una iglesia en una plaza peculiar, pues contiene una roca de dimensiones considerables. En el concurso se pedía respetar lo más posible la formación rocosa levantando al mismo tiempo una construcción singular. Los hermanos fineses excavaron la roca para alojar la iglesia en su interior, creando un espacio mágico donde las paredes están conformadas por la propia roca sin labrar, lo que genera unas condiciones acústicas excelentes (se celebran a menudo conciertos en su interior). La iglesia se cierra en su parte superior con una cúpula parcialmente acristalada. Desde el exterior (sobre todo a vista de pájaro), la pinta es un tanto extraña, como si un OVNI hubiera sufrido un aterrizaje forzoso (recordemos que la estética extraterrestre se llevaba mucho en los 60), pero es sin duda su interior, cavernoso a la par que moderno, el que la ha convertido en atracción arquitectónica de la ciudad. El apodo que le han puesto los helsinguinos es Piruntorjuntabunkkeri que, por si acaso no supieras finlandés, te traduzco: "Búnker de defensa contra el diablo". Te enlazo a fotos

Volvamos ya al presente, aunque geográficamente seguiremos muy al norte, para presentarte un último proyecto en el que de nuevo la roca (replicante aquí) es protagónica. Los noruegos Snøhetta han presentado estos días su proyecto para reconstruir unas pequeñas instalaciones acuáticas en un islote en Arendal (Noruega). En los años 30, el arquitecto también noruego Ketil Ugland diseñó un trampolín de saltos y un pequeño kiosco de estilo moderno que hoy andaban en tristes ruinas (en 1947 dejó de funcionar y en los 80 el trampolín fue expeditivamente demolido por el ejército para evitar suponemos males mayores). Snøhetta reconstruyen la caseta y el trampolín en inesperada muestra de respeto (no toda la modernidad lo merece) pero dejando claro su vocación orgánica amplían la instalación tomando como referencia los pequeños islotes rocosos típicos de la costa noruega, en palabras de los arquitectos "se asemejará a un bloque de piedra formado durante la última era glacial", al objeto de convertirlo en una zona de ocio en la que se podrán realizar variadas actividades culturales (incluirá un pequeño anfiteatro por ejemplo), un poco como la Little Island neoyorquina de Heatherwick que te traje aquí no hace mucho.

Terminamos ya. ¿Preparado para llevar tu roca de vuelta a la cima en plan Sísifo? Venga, que tú puedes. Te regalo esta animosa remezcla de un tema clásico de Moby como despedida. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario