viernes, 4 de julio de 2014

Entrevista ficción


Recientemente se ha presentado una nueva colección de DVDs (arquia/maestros) editada por Arquia, la Caja de Arquitectos que goza de una buena salud financiera gracias precisamente a no invertir en lo suyo (el ladrillo). Como primera entrega se han lanzado tres DVDs dedicados a Navarro Baldeweg, Oriol Bohigas y Moneo, todos ellos entrevistados por Fernández-Galiano. quiere celebrar dicha presentación con una de nuestras ficciones, esta vez en forma de entrevista.Y nos hemos preguntado ¿qué pasaría si sentáramos juntos a Juhani Pallasmaa, arquitecto finlandés y autor de, entre otros libros, Una arquitectura de la humildad, con nuestro mediático Joaquín Torres, arquitecto de los famosos y asiduo del magazine televisivo Sálvame? Imagínalos, como en los DVDs de Arquia, cómodamente apolotronados en sendas Eames lounge chairs (en piel blanca) dispuestos a una instructiva interacción. Esto es lo que nos ha salido...

Joaquín Torres: Buenas tardes, encantado de conocerte. Vamos al grano. Tengo aquí una cita de tu libro La mano que piensa que dice: "Ya añoramos una arquitectura que nos devuelva a las realidades concretas de nuestro mundo físico y material. No se trata de la añoranza sentimental por un mundo perdido, sino por un mundo que vuelve a vitalizarse y a erotizarse, por una arquitectura que nos haga experimentar el mundo en lugar de sí misma". ¿Me la explicas?
Juhani Pallasmaa: Claro que sí, Joaquín, con mucho gusto. Soy de la opinión de que la arquitectura hoy en día está desnortada, por un lado el excesivo uso del ordenador para diseñarla nos ha hecho perder la dimensión más puramente táctil y corpórea del proceso arquitectónico en pos de un mundo virtual, ficticio y alienante. Por otra parte, hemos de volver a una arquitectura esencial y necesaria tras la profusión de la arquitectura espectáculo, una práctica vacía que tantos han ejercido con el único objetivo de ganar dinero a expuertas y hacerse un nombre. Volvamos a una conexión íntima y táctil con la arquitectura, como la del artesano con su obra, hagamos una arquitectura corpocéntrica.
JT: Qué bonito, me encanta. Hablamos por tanto del retorno de la arquitectura a una especie de mundo bucólico pastoril. Algo como lo que podríamos denominar una Arquitectura Heidi. Oye, ahora que lo pienso tú mismo te pareces bastante a su abuelo.Ya sabes, el de [canta] abuelito dime tú...
JP [Desconcertado]: Prefiero el mundo de Heidi al de la cultura del pelotazo, algo de lo que aquí sabéis mucho. ¿Sigues haciendo las mansiones a 10 millones de euros la pieza como la que hiciste a Cristiano Ronaldo?
JT [Divertido]: Por supuesto. ¿Y tú sigues haciendo esa especie de choza para perdedores flower-power?
JP [Mosqueado]: Mis casas Moduli mantienen un criterio de calidad sensorial, experiencial y existencial que nunca tendrán tus bodrios kitsch. Mis casas ayudan a deliberar sobre la esencia misma de la vida. La casa es un estado del alma, como dijo Bachelard. ¿Qué estado del alma representan las tuyas?
JT: Si todos los arquitectos siguieran tus principios aún estaríamos viviendo en cabañas o en cavernas. Estamos en el siglo XXI, Juani.
JP: Juhani, mi nombre es Juhani.
JT: Uy, es que hace poco he vuelto a ver Yo soy la Juani, una película que te recomiendo encarecidamente. Versa sobre las andanzas de una choni poligonera (la Juani), que si lo pensamos bien es una anti-Heidi, o mejor aún una Heidi devenida en choni por obra y gracia del polígono. Hay toda una fenomenología del polígono, te encantaría experimentarla. Así, si por un suponer intentaras levantarle una chorba a un cani, el chaval te iba a meter una yoya que te ibas a quedar mirando a Cuenca. Si eso no es una experiencia háptica que venga Kahn y lo vea. ¿Me sigues?
JP [El finlandés se encuentra completamente lost in translation, su pinganillo echa humo, al traductor los ojos deben estar haciéndole más cabriolas que a Marujita Díaz]: ¿¿Cómo?? [Coge de pronto un volumen de La imagen corpórea, su último libro, y declama con fruición]: Escucha bien: "Cuando nuestros entornos se están transformando en fachadas inventadas y tematizadas de una cultura ficticia -simulacros, por hacer uso de un concepto frecuentemente empleado por Umberto Eco y otros filósofos de la posmodernidad-, el deber de una arquitectura responsable es defender la autenticidad y la autonomía de la experiencia humana. En un mundo de simulacros, simulaciones y virtualidad, la tarea ética de los arquitectos consiste en proporcionar una piedra de toque de la realidad". Tu arquitectura es un simulacro. ¡Tú mismo eres un simulacro!
JT [Cogiendo el libro sin inmutarse]: La imagen corpórea. Espera, que te voy a enseñar una imagen corpórea que te vas a enterar de cuando en Sálvame enseñé el six pack. [Coge su tablet y busca en YouTube sin éxito]. ¡Pues no te digo que nadie ha subido el vídeo aún! [Busca otro fragmento del programa] No te imaginas la labor pedagógica que hago en este programa, mira aquí.
JP: [Escandalizado] ¡Pero si es televisión basura! ¿Tan bajo has caído?
JT [Asertivo]: Mira, Jumanji, a ver si te enteras: Ambiciones y reflexiones, el libro de una colega de dicho programa (Belén Esteban, aka princesa del pueblo), es el más vendido de España. Por muchos libros sesudos que tú escribas nunca le llegarás a la suela de los zapatos en impacto mediático. Una sola frase de la Esteban ("Yo por mi hija mato") ha devenido icono intergeneracional, interclasista e internacionalista. Hasta su entonación es ya icónica ("ma-to").
JP: ¿Y tú entras en ese juego?
JT: Ojo, que a mi el IVAM me dedicó una exposición.
JP: Valencia tenía que ser, la tierra de Calatrava y los iconos falleros y fallidos.
JT: El discurso de los excesos de los arquitectos estrella aburre ya hasta a las ovejas. Gracias a los iconos arquitectónicos este país se ha modernizado, se le ha puesto en el mapa y ha dejado de una vez el olor a rancio y la imagen de cutre. La Marca España es hoy básicamente fútbol y arquitectura. Así que no me seas plasta.
JP: [Alterado] Pallasmaa, mi apellido es Pallasmaa. Mira, yo aspiro a ser respetado en mi profesión, tú no eres más que un payaso que ha vendido su alma.
JT: [Sonriendo]: A mí no me respetarán, pero soy inmensamente más popular de lo que tú serás nunca, aquí y en Finlandia. La gente como tú es respetada, pero nunca querida. No eres cool, como yo. No conectas con la gente, eres un mustio.
[El finlandés no acierta a responder, está tocado. Cierra los ojos y se reclina en el sillón de los Eames. La entrevista toca prematuramente a su fin]
JT: Anda, Juhani, vente a tomar una caña. Hay por aquí cerca un polígono que te va a gustar y te cuento el pedazo casoplón que hice a Madonna en Dubai ... [Juhani le acompaña cabizbajo y abatido. El estudio queda vacío con la única presencia de los sillones, testigos mudos del singular encuentro entre el poeta y el showman].

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