"'Solo es posible una gran poesía si hay grandes lectores', sostiene significativamente Walt Whitman. Resulta igualmente evidente que hay buenos edificios solo en tanto que hay buenos habitantes y ocupantes; pero ¿no estamos nosotros, ciudadanos de este mundo obsesivamente consumista y materialista, perdiendo nuestra capacidad de habitar y, en consecuencia, volviéndonos incapaces de promover la arquitectura como grandes usuarios/lectores de espacios arquitectónicos y de narrativas? En una de sus notas, Ludwig Wittgenstein sugiere que, en realidad, este podría ser el caso: 'La arquitectura eterniza y sublima siempre algo. Por eso no puede haber arquitectura donde no hay nada que sublimar'. ¿Hemos perdido en nuestra cultura y en nuestras vidas personales las dimensiones que merecerían sublimarse? ¿Hemos perdido la dimensión de ideales en nuestro mundo obsesivamente materialista? El pensamiento arquitectónico surge a partir de condiciones dadas, pero siempre aspira a un ideal, de ahí que la pérdida de la dimensión ideal de la vida implique la desaparición de la arquitectura". (J. Pallasmaa, La mano que piensa. Feliz Semana de la Arquitectura).
martes, 2 de octubre de 2012
La arquitectura y los ideales
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario