jueves, 2 de febrero de 2012

Parecidos razonables: Madrid/Rotterdam


Fóster es ya tan nuestro que hasta se me escapa la tilde cuando escribo su nombre. El Lord de Manchester ha llegado incluso a formar parte de nuestro léxico: pusimos un foster en nuestras vidas (como decía Juli Capella ya en 2001) y los bilbaínos bautizaron fosteritos a las entradas del metro diseñado por él en la capital vasca. Casado, como todo el mundo sabe, con una española (Elena Ochoa), tiene estudio en Madrid y ha diseñado también aquí la sede y la galería de arte de Ivorypress (editorial a cargo de su esposa) a la que contribuye comisariando exposiciones. Príncipe de Asturias de las Artes, y desde hace unos días, doctor Honoris Causa por la UPM, Foster es como Hemingway, casi patrimonio nacional. Apóstol del high-tech en los 90 aunque siempre con inquietudes ecológicas, fan de arquitectos vanguardistas como Bucky Fuller o Prouvé, resulta curioso que viva en una mansión suiza del siglo XVIII y se acabe de comprar (por 20 millones de dólares de nada) un casoplón tradicional americano en Martha´s Vineyard, y es que en casa del herrero, cuchillo de palo.


En las fotos, el edificio Carrión de Luis Martínez Feduchi y Vicente Eced y Eced, todo un icono madrileño, contrastado con el World Port Centre en Rotterdam de Foster.

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