Sou Fujimoto de nuevo |
"Una obra que no puede ser entendida bajo la organización temporal de la literatura, no existe para la literatura. Una obra que no puede ser desmenuzada en parámetros temporales, tampoco existe. Ese proceder, muy útil a la hora de estudiar los productos insertados en la Historia, tiende a ver mermada su potencia -en ocasiones incluso fracasa- cuando intentamos aplicarlo tanto a obras que están en internet como a la naturaleza de la propia Red digital. Porque lo que caracteriza a internet no es el tiempo, sino el espacio. El modelo temporal de "fuera de la red" acostumbra a estar fundamentado en las relaciones entre objetos unidas por un tiempo cronológico o vectorial, es ese tiempo el que "pega" un objeto a otro en una cadena lógica que conforma la causalidad y por lo tanto la historia; pero en internet los objetos se relacionan o son "pegados" los unos a los otros por otra clase de adhesivo: las relaciones que ofrecen los enlaces en un espacio topológico. No son sólo los enlaces o links que acostumbramos a utilizar en internet para navegar de un lugar a otro -que, obviamente, también- sino las propias asociaciones espacial-conceptuales que se generan entre las partes de una misma obra, y que en tiempo real vemos en pantalla. Esa diferencia, temporal/espacial, es la que hay entre "contar una historia" -técnica más propia del mundo fuera de internet- y "construir una historia" -técnica que se da con toda su potencia en internet. (...)
Todo esto se relaciona con cierta literatura -incluido el género ensayístico- que opera importando materiales ajenos para mezclarlos con los propios, deformar productos originales o de segunda generación, sacarlos de quicio, desviarlos y enchufarlos a otras corrientes, que no son casi nunca temporales sino espaciales en el sentido en el que estamos usando la palabra espacio. En general, a esa técnica la llamamos apropiacionismo. Vistas a posteriori, esas literaturas no cuentan una historia (en el tiempo) sino que fundamentalmente construyen una historia en relaciones espaciales. El horizonte utópico de la modernidad trabajó sobre todo en el acoplamiento del humano con la máquina -el sueño del cyborg es principalmente un mito moderno, y antes Newton hablaba del Mundo como una Máquina [v. Corbu], solo que acoplada a Dios en vez de al humano. Pues bien, toda máquina, principalmente "cuenta una historia", genera una historia, en tanto que sus procesos básicos se relacionan con el tiempo o con la eficacia energética de sus piezas en virtud de su desarrollo temporal. Hoy, fruto de la utópica hiperconexión entre individuos, así como de otras utopías pop fraguadas en la posmodernidad, el horizonte utópico es otro, la Red: el ser humano desea estar fundido en una Red Global, y las redes, al contrario que los cyborgs, no hablan de tiempo sino de topologías y de espacios. (...)
Y uno de los lugares donde conviven hoy al mismo tiempo y conectados todos los objetos, ideas o entes, ya sean originales, copias o errores, antiguos o contemporáneos, es internet, un espacio físico y simbólico en el que el tiempo parece realmente la suma de todos los tiempos, todas las capas de tiempo, infiltradas unas en las otras. (...) Internet es una arqueología contemporánea, un gran Contenedor de Tiempo en el que, paradójicamente, se ha borrado el tiempo". (Agustín Fernández Mallo, Teoría general de la basura (cultura, apropiación, complejidad)).
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