Más ladrillo. Es la
Toffee Factory, una antigua fábrica de esos caramelos tan pegajosos reconvertida en espacios flexibles para oficinas de negocios creativos en Newcastle, al norte de Inglaterra. La colorista reconstrucción es del estudio local Xsite Architects y es uno de los 58 edificios seleccionados por el RIBA para el Stirling Prize, el premio arquitectónico británico por excelencia.
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