Con el nuevo vestíbulo de la estación londinense de King´s Cross (foto de arriba), los grandes techos metálicos vuelven a casa. Lo dice Rowan Moore en The Observer refiriéndose a la arquitectura del hierro tan típica (aunque no exclusiva) de Inglaterra, relacionándolo igualmente con las cúpulas altamente tecnológicas de Fuller, Foster o Rogers. El imponente vestíbulo de la estación, que forma parte de un enorme transport hub (centro neurálgico de transportes) de cara a las olimpiadas de Londres y que va a costar 600 millones de euros nada menos, puede recordar también a las fan vaults (bóvedas en abanico) del gótico perpendicular británico. En la segunda foto las del claustro de la catedral de Gloucester.
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