miércoles, 19 de octubre de 2011
Perlas cultivadas
"Las líneas rectas delatan una autoridad no cuestionada, impuesta. Una escuela por la que se circula bien y se aprende a observar otros ángulos ofrece otra manera de mirar y educar". Ahí queda eso. Lo dice Zaha Hadid en una entrevista conducida por Anatxu Zabalbeascoa en El País del pasado sábado refiriéndose al instituto Evelyn Grace que acaba de recibir el premio Stirling. Esto de los arquitectos y las líneas rectas es que tiene guasa. Chipperfield, en una entrevista que ya comentamos aquí, soltó otra perla sobre el particular: "intento siempre reducir la arquitectura a su punto más silencioso y la geometría de un cubo es lo que más se aproxima. La geometría de las curvas es un poco más ruidosa". O sea , que lo que para la diva angloiraquí es poco menos que fascistoide, para el británico es puro zen. Y la curva, ruidosa para uno, es para la otra sinónimo de fluidez y"la manera orgánica que mejora el proyecto democrático y de vanguardia que los modernos tenían de la arquitectura". Toma castaña. Aquí lo que está claro es que cada uno acerca el ascua a su sardina y hace de la necesidad (o preferencia, o seña de identidad, o extravagancia personal que me distingue del resto) virtud en forma de obtusa teoría metafísica. Me quedo con la sinceridad y naturalidad de Niemeyer cuando afirmaba, en su famosa cita, aquello de: "No es el ángulo recto lo que me atrae. Ni la línea recta, dura, inflexible, creada por el hombre. Lo que me atrae es la curva libre y sensual. La curva que se encuentra en las montañas de mi país, en el curso sinuoso de sus ríos, en las nubes del cielo, en el cuerpo de la mujer preferida".
Más perlas. Zabalbeascoa ataca a la línea de flotación, como hay que hacer, y en el caso de Hadid es su inclinación por el glamour y la arquitectura espectáculo. El leve mosqueo de la genial dama se palpa en la entrevista cuando responde a una pregunta de la periodista en esa dirección: "¿Glamour? Creo que casi todos mis trabajos son sociales. Esta galería, los museos, todos contribuyen a la ciudad. Lo mismo sucede con el MAXXI de Roma. La gente lo usa". Pues claro. Es como A-cero. Ellos también hacen arquitectura social, el pequeño detalle de que muchas de sus casas salten de los 9 millones de euros no cambia el hecho fundamental de que sus viviendas contribuyen a la ciudad. Vamos, que Torres es el Prouvé de los futbolistas.
La entrevista (y la foto de la arquitecta entronizada en una silla Panton tan curva como sus diseños) no tienen desperdicio. Aquí.
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Me encanta tu blog. Soy arquitecto y me parece muy valioso el poner en duda lo que nos venden como arte que a veces es puro marketing.
ResponderEliminarUn saludo, te seguiré a menudo
Gracias Zisco!! Encantado de que te guste, un cordial saludo.
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