martes, 18 de mayo de 2010

Richard y Charles



La prensa británica se hace eco estos días del juicio que ha iniciado la inmobiliaria CPC contra su socio qatarí por haberse echado atrás en la construcción de un importante complejo urbanístico en Londres con más de 500 viviendas (el Chelsea Barracks) por valor de 3.000 millones de libras. Detrás del voluminoso fiasco dos viejos enemigos íntimos: Richard Rogers y el príncipe Carlos de Inglaterra. Al parecer, tras la espantá qatarí estaría el príncipe, al que, una vez más, horrorizó el diseño de Rogers. Charles escribió una carta al príncipe de Qatar para informarle de que el proyecto le disgustaba, le siguió convenciendo in person durante un tea en Londres ofreciéndole alternativas más clásicas e incluso se dirigió a autoridades urbanísticas londinenses para intentar parar el proyecto. Su estrategia finalmente tuvo efecto y el príncipe árabe retiró su apoyo. Los demandantes reclaman 81 millones de libras por daños y perjuicios. El juicio durará dos semanas, Charles no se sentará en el banquillo, of course, pero nunca antes sus maniobras habían llegado a los tribunales. Noticia completa aquí.

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