Esto se llama Rock It Suda. Son unas casas de vacaciones temáticas diseñadas por un tal Moon Hoon (él lo llama play-chitecture y se queda tan ancho) en Corea del Sur. Llega a estar en Europa y se lleva el Mies antes que el Harpa, tan aburrido en comparación. En cualquiera de las casitas en cuestión encajaría a la perfección otro coreano excepcional, Psy. Retomo. Cinco son los alojamientos del complejo, a éste en concreto le han llamado Spain (más sobrecogedoras imágenes aquí), digo yo que mayormente por los cuernos, icono hispánico donde los haya. ¿Quién fue el cenizo que dijo que la Marca España estaba de capa caída? No son en vano todos los yogures caducados que te estás zampando y todas las duchas frías con las que te castigas por la mañana para ahorrar siguiendo la doctrina Cañete. Ni lo serán tampoco nuestras políticas de envejecimiento activo (vulgo jubilarse gagá) o movilidad exterior (emigración por narices), según la terminología de nuestros creativos ministros, que vaya un dominio de la metáfora y del doublespeak orwelliano. Cornudos y apaleados, sí, pero España como ves sigue en el candelabro.
martes, 30 de abril de 2013
miércoles, 24 de abril de 2013
La entropía es bella
Siguiendo con lo telúrico y la entropía, te traigo un fantástico videoclip de Colin Rich con música de Moby (The Lonely Night). El músico y bloguero arquitectónico lo define como "una carta de amor entrópica a Los Ángeles y su desierto".
viernes, 19 de abril de 2013
De Rotterdam
Arrobado leía el otro día el artículo bucólico-pastoril de Anatxu Zabalbeascoa para El País sobre una sencilla casa realizada con artesano primor en Mallorca utilizando piedras extraídas de la zona: "Y así, frente a las construcciones momentáneas y artificiosas que son flor de un día, ellos oponen su arquitectura telúrica, un hacer que valora lo que hay, lo que permanecerá y cómo vivirá lo construido. Se trata de saber envejecer frente al esfuerzo sísfico de intentar mantenerse eternamente joven. Esa sabiduría vital puede aplicarse a la arquitectura. Y el conocimiento de la tradición, frente a la arrogancia del desprecio por lo existente, abre la puerta a un acercamiento al paciente arte de enriquecerse, en lugar de estropearse, con el paso del tiempo". Así que lo próximo es la arquitectura telúrica. Pues a lo mejor es verdad, entre unas cosas y otras lo mismo acabamos volviendo a la cueva, tan platónica por demás. Lo del esfuerzo sísfico no lo pillo (en la edición impresa del artículo la autora ha sustituido sísfico por el más asequible ímprobo), quizá se refiera a Sísifo, aquel avaricioso maleante de la mitología griega que fue castigado a subir una enorme piedra por una pendiente. Para cuando llegaba a lo más alto, la roca volvía a rodar cuesta abajo y vuelta a empezar (y así toda la eternidad). Camus, que escribió sobre el mito, señaló que quizá los dioses "habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza". El arquitecto tiene mucho de Sísifo: "El globo es una esfera amnésica, donde la entropía impone su ley testaruda, arruinando la construcción, descomponiendo la materia y borrando los rastros, que en un parpadeo del tiempo geológico se habrán desvanecido como un rastro de humo", en demoledoras palabras de Luis Fernández-Galiano. Si total nos va a dar igual, ¿nos quedamos entonces para siempre en la incómoda comodidad de la cueva?
Anatxu, en sus artículos y su fructífero blog, siempre anda atenta a la arquitectura con los pies en el suelo, nunca mejor dicho, poniendo su foco en lo low (low-cost, low-tech) y lo slow. Nosotros, por aquello de llevar la contraria, hemos traido a esta entrada justo lo opuesto. Lo que ves en la foto es Rotterdam. Holanda no es país para artesanos telúricos, en arquitectura al menos. Aquí la demografía aprieta y el terreno escasea, no hay espacio para casitas de cuento elaboradas con materiales biodegradables. En el muelle Wilhelmina -del que ya hablamos- van a juntarse diez rascacielos (entre ellos cuatro de Cruz y Ortiz, los de la titánica remodelación del Rijksmuseum en Amsterdam), que siguen despuntando con cierta lentitud. A finales de este año se concluirá el De Rotterdam de OMA, un enorme mamotreto -como no podía ser de otra manera- (en la foto está coronado por grúas) que se convertirá en el edificio más grande de Holanda (tienes más fotos en Designboom). Koolhaas siempre a cuestas con su roca.
Acabo con Camus: "Dejo a Sísifo al pie de la montaña. Se vuelve a encontrar siempre su carga. Pero Sísifo enseña la fidelidad superior que niega a los dioses y levanta las rocas. Él también juzga que todo está bien. Este universo en adelante sin amo no le parece estéril ni fútil. Cada uno de los granos de esta piedra, cada trozo mineral de esta montaña llena de oscuridad forma por sí solo un mundo. El esfuerzo mismo para llegar a las cimas basta para llenar un corazón de hombre. Hay que imaginarse a Sísifo dichoso".
lunes, 15 de abril de 2013
Joyas austeras
"Para aprender la filosofía de un arquitecto, a veces es mejor comenzar por lo pequeño. Moneo recientemente completó una iglesia en forma de joya en San Sebastián, la iglesia de Iesu. Austera y cúbica por fuera, con un supermercado en el sótano donde normalmente se situaría la cripta, esta modesta iglesia parroquial es una obra maestra y expresa todo lo que Moneo ha acabado por representar. La simplicidad de su interior conforma la experiencia principal, que viene de arriba: luz natural que emana del perímetro del techo, que está suspendido, como una escultura, en forma de distorsionada cruz griega (similar en sus efectos de luz a los logrados por Tadao Ando con el hormigón). Tanto brilla esta espartana iglesia en su minimalismo que resulta completamente opuesta a la catedral de Nuestra Señora de los Ángeles en Los Ángeles, también de Moneo, y cuya arquitectura tenía unas intenciones igualmente minimalistas. Sin embargo, el exceso de decoración y accesorios acabaron oscureciendo dichas intenciones, al menos en su interior. En Iesu no se han hecho concesiones".(David Netto, Lost in Translation en T, suplemento del NYT).
miércoles, 3 de abril de 2013
Paisajes construidos
"La ambición por restaurar un paisaje, el anhelo por una naturaleza inmaculada supone el peligro de una visión congelada del territorio. Puede que la topografía ideal, el lugar descontaminado, el terreno virgen, resulte poco más que un paraje sin ninguna posibilidad de evolución; una especie de paisaje jubilado para miradas jubiladas. Pero es la propia mirada, la de un jubilado, de un dominguero, la de un arquitecto, la que engendra y compone el paisaje. Porque el paisaje es un hecho cultural. Cuando vamos en búsqueda del paisaje perfecto pensamos ir al encuentro de la naturaleza. Cuando por fin llegamos, nos damos cuenta de que somos espectadores de una obra producida. Nosotros somos los autores de nuestros paisajes". (Julia Schulz-Dornburg, Retorno al edén en Arquitectura Viva 149. Fotos de la ampliación del Museo San Telmo de Nieto y Sobejano).
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